16 de julio de 2007

Segundo cerebro


¿Cuántas veces no hemos sentido un "nudo en el estómago" , o hemos tenido una "corazonada" o la presencia de una persona que no nos gusta nos ha "revuelto las tripas"?


En las filosofías orientales desde hace miles de años se ha hablado de los siete "chakras" o puntos sensibles del ser humano y que ordenan nuestro pensamiento, nuestra acción y nuestros sentimientos. Pues bien, lo curioso es que hoy se sabe que la inteligencia está distribuida por todo el cuerpo y que hay maneras diferentes de pensar a las que hemos asumido como convencionales y basadas en el cerebro.


El neurólogo Robert K. Cooper, en su excepcional libro El otro 90 por ciento, apunta: "Siempre que tenemos una experiencia, ésa no va directamente al cererbro para poder reflexionar sobre ella, sino que el primer lugar al que va es a las redes neurológicas de la región intestinal y del corazón" Los expertos que investigan sobre ello, especialmente Michael D. Gershon, de la Universidad de Columbia, afirman que en el conducto intestinal hay en torno a cien millones de neuronas, cifra superior a la ue encontramos en la médula espinal. Lo más intersante es que este complejo circuito, aunque está conectado con el cerebro craneal, permite al intestino actuar independientemente, recordar, aprender e influir en nuestras percepciones y conductas.

Toda experiencia de vida crea lo que se ha dado en llamer un "sentimiento intestinal": desde un leve hormigueo hasta un nudo en el estómago. Lo que ocurre es que la amplísima mayoría de la población no hemos sido educados para ponernos en contacto con ese sentimiento, y nuestro umbral de percepciones sólo se activa cuando la llamada de este segundo cerrbro es muy fuerte.


El "tercer cerebro" es el del corazón... Está constituido por más de 40.000 células nerviosas unidas a una compleja red de neurotransmisores. El cerbro del corazón es tan grando como muchas áreas del cerbro craneal. Hoy es ya reconocido por la medicina convencial occidental lo que se sabía hace miles de años por las técnicas de meditación orientales: que el ritmo del corazón (del cerebro del corazón) puede alterar la efectividad del pensamiento cerebral. De alguna manera , el corazón, más que la cabeza, es el principal protagonista de lo que vivimos


Recogido de mis lecturas

1 comentario:

eduardo sanchez dijo...

HOLA
MANDAME MAS INFORMACION DEL SEGUNDO CEREBRO
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