31 de julio de 2020

La Chica Salvaje de Delia Owens 2019



            La Chica Salvaje, escrita por  Delia Owens, una zoóloga y bióloga de 70 años, con una larga experiencia de trabajo en zonas despobladas y remotas de África,    se ha mantenido durante más de cuarenta semanas en el primer puesto de los libros más leído en Estados Unidos en 2019. La autora nos lleva a la poco pobladas, pantanosas e insalubres costas de Carolina de Norte para contarnos la historia de Kya Clark una niña  que vive con su familia en una destartalada cabaña con una familia desestructurada cuyos miembros, tan pronto como pueden abandonan el hogar huyendo de un padre maltratador y borracho.  Primero los hermanos, luego la madre huyen del hogar. El padre desaparece durante días enteros y la niña malvive recordando lo que cocinaba su madre, o lo que pescaba su padre cuando no estaba ebrio.  Pero una día el padre desaparece definitivamente y Kya, desamparada espera su retorno y sobrevive perdida en los vericuetos de los manglares  de la marisma.  Huye del desprecio y los prejuicios  de la gente del pueblo más cercano y se esconde de los funcionarios que quieren llevarla a un centro de acogida.  Ha aprendido a recoger verduras y mejillones que intercambia por petróleo y otras productos de primera necesidad en una  tienda/gasolinera del pequeño embarcadero que atiende un empleado de color que se compadece de esta  niña abandonada

          Kya no ha ido nunca a la escuela, no sabe leer pero es observadora y conoce cada planta, cada pez y cada recurso de supervivencia que le ofrece el manglar pero se siente irremediablemente sola y le gustaría hablar con niños de su edad, ir a la escuela, sentirse parte de la comunidad.  A medida que pasan los años  otras emociones surgen en ella, descubre la amistad a través del joven Tate, amante como ella de la naturaleza que le enseña a leer, la trata con cariño y le enseña a apreciar el colorido de las aves del manglar  pero la decepciona cuando antepone sus estudios a sus sentimientos. Pero también descubre el egoísmo el abuso sexual y la mentira de otro joven que intenta  degradarla. 

            Kya es una excelente dibujante, y dedica su terrible soledad a observar las aves las plantas, las conchas marinas y pinta sus formas y colores en láminas que un día su antiguo amigo Tate descubre y la convence para las envíe a un editor para las publique, lo que le proporciona de inmediato una cierta popularidad.

            Entretanto un accidente ocurre en las cercanías y ante la posibilidad de tratarse de una homicidio, Kya entra en  la lista de los sospechosos y se ve envuelta en un exhaustivo proceso judicial a pesar de que el día del suceso ella se encontraba en otra ciudad a varias horas de distancia. Muy sabiamente la escritora alterna el proceso judicial  y el lento pero creciente esplendor  de Kya en capítulos alternos cuyo peso específico va variando en detalles y longitud a medida que avanza la historia y el accidente va cobrando cada vez mayor importancia.      
     
            No obstante sería una error  considerar que la escritora quiera recargar las tintas en ese hecho. Para Celia Owens se trata sobre todo de un canto a la naturaleza, a la capacidad de superación al despertar del amor, a la necesidad de pertenencia y a terribles consecuencias de la soledad.  Se trata en resumen de un libro lleno de ternura y sabiduría por parte de una persona que sabe de lo que habla y para quien una pluma de pájaro es algo más que una pluma.

28 de julio de 2020

Biografía indeseada

Hace muchos años escribíamos nuestras biografías con pluma y papel en  cuadernos y en diarios , pero como ahora eso ya no se lleva vamos plasmando nuestro día a día en esporádicos mensajes gráficos y fotográficos en teléfonos, tablets o laptops y a través de las redes sociales de facebook, twiter, instagram o tantas otras.

Sin haberse modernizado a lo largo de los años, ni cambiar de aplicación, nuestro cuerpo escribe mucho mejor y de manera indeleble, en nuestro propio cuerpo el historial de nuestras alegrías y disgustos, nuestros excesos y accidentes, nuestras  penas, nuestras enfermedades y dolencias.

Sin ser conscientes de ello, día a día, se van esculpiendo en nuestro cuerpo y llega un día que nos da por mirarnos y a penas nos reconocemos: ese rictus en la cara, esas arrugas en torno a los ojos,  ese enrojecimiento de las palmas de las manos, esas descamaciones de la piel, las excoriaciones de las rodillas, los dolores lumbares, la rigidez en la espalda,  las migrañas, los olvidos, los moratones y las verrugas  son un relato que sin exclamaciones ni signos de interrogación proclaman alto y claro nuestra historia.

Acontece sin embargo que contrariamente a lo que  ocurre cuando escribimos, y el papel acepta todo lo que le contamos, aquí solo podremos disimular por un tiempo, pero nunca engañar del todo y menos a nosotros mismos.  Por mucho que nos empeñemos en ocultarlas nuestras pequeñas miserias acaban saliendo a la luz y a cada momento nos recuerdan nuestra historia.

17 de julio de 2020

LA COCINERA DE HIMMLER

La Cocinera de Himmler
Franz-Oliver Giesbert
Alfaguara 2014 
344 páginas

La  cocinera de Himmler de Franz-Olivier Giesbert, sin ser del todo una novela, ni un libro de historia, ni un libro de filosofía práctica, me ha parecido una mezcla de todo ello al mismo tiempo y evidentemente   eso   conlleva necesariamente algunos fallos e incongruencias que se aceptan  con gusto cuando uno se da cuenta  de dónde está  el auténtico meollo del libro.


En efecto, a través de la anciana  Rosa  de 105 años, el autor, a grandes trazos,  pero tan puntiagudos como agujas nos describe la mayoría de las grandes tragedias y aberraciones del siglo XX :  el exterminio de los armenios, la expulsión de los Griegos de Turquía, la Primera Guerra Mundial,  el nazismo, el antisemitismo francés,  el exterminio de los judíos, el marxismo de Stalin o “El gran Salto Adelante” de la gran revolución cultural china.  Utiliza justamente la precisión de los detalles  o la  caricatura que hace de algún personaje para  dar  mayor  contundencia a su relato, como cuando precisa que Santa Hildegarda von Bingen, era experta en plantas curativas, que Santa Sofía de Constantinopla fue Basílica cristiana entre 537 y 1453 o  que el Mariscal Pétain tenía voz de viejo estreñido .  


Amante de los libros, y muy culta, siembra  su relato de citas y de personajes históricos clave  de los que opina sin cortarse: Simone de Beauvoir,  Sarttre, Camus, Giraudoux, Gide, Barrès, Clemenceau, Keats, Kant, Spinoza,  pero nos sigue manteniendo con los pies en la tierra al mencionar a cantantes de la época como Johnny Hallyday o  Scott McKenzie
Rosa, ha vivido lo suficiente para conocer casi todas las  calamidades  del siglo en directo, algo que nos parece sorprendente pero sobre todo ha sacado de ello una gran lección para ella y para los que leemos su historia.  El amor a la vida,  el apego a la naturaleza, las plantas y los animales, el gusto  de las pequeñas cosas,  el vivir el momento, gozar en plenitud de todos los sentidos, disfrutar la sexualidad, deleitarse con la buena mesa, en una palabra un Carpe diem que resume de forma contundente en esta frase de Epicuro: “Apresurémonos a sucumbir a la tentación antes de que se aleje”