20 de noviembre de 2012


EL ABUELO QUE SALTÓ POR LA VENTANA Y SE LARGO
Novela
Jonas Jonasson
Salamandra , 2012
Narrativa
Título original : Hundreáringen som ut genom fönstret och försvann  2009
Traducido del sueco por Sofía Pascual Pape
414  páginas

Últimamente la novela sueca,  particularmente  cuando es novela negra y su autor tiene un apellido terminado en “ …sson”, parece estar de moda. Eso, la portada del libro que muestra un anciano con un cartucho de dinamita a punto de estallar  y el hecho de que el apellido del autor también termina en “…sson”, hicieron que me mantuviera un tiempo alejado de  “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”.  El otro día, sin embargo a falta de otro libro a mano empecé a leerlo y creo que me he estado riendo hasta hoy.

Jonas Jonasson escribe en clave de humor, un humor franco, directo, quizá no tan sutil  como el del filandés Paasilina pero igual de fresco y efectivo.  Yo diría incluso que se trata de un humor filosófico que hace de una premisa  básica de nuestra existencia: “Lo que tiene que ser, será” y de una receta universal: “el mundo sería mucho mejor si supiésemos relajarnos y hablar acompañados de un buen aguardiente sobre la relatividad de los problemas”,  el meollo de su   existencia y de su huida hacia adelante incluso ahora que las autoridades del pueblo le preparan una fiesta para celebrar  su centésimo cumpleaños. .

Pero Allan Karlsson no tiene tiempo para celebraciones.  Su vida ha sido siempre una huida hacia adelante y lo seguirá siendo. Todo empieza con una maleta robada que contiene 50 millones de Coronas Suecas. Las peripecias se multiplican, al llanero solitario se le van añadiendo amigos y quienes más cerca están de alcanzarlos desaparecen misteriosamente.

Naturalmente Allan Karlsson no es un anciano cualquiera, su azarosa vida le ha preparado para las más rocambolescas aventuras.  Hábilmente, el autor nos lo hace comprender  intercalando  entre cada aventura  un tramo en la vida de nuestro fugitivo, que ha viajado a los cinco continentes, ha conversado con las figuras históricas más destacadas del siglo XX y ha sido partícipe de los acontecimientos más sobresalientes de esa época incluido ayudar a Oppenheimer a desarrollar la bomba atómica.

Ironía, sarcasmo, humor, sentido común y una buena dosis de fatalidad  son los ingredientes de este viaje surrealista al pasado de la mano  de un anciano  que dinamita muchas de nuestras inquietudes.