2 de septiembre de 2007

En defensa de nuestro idioma


No es la primera vez que en alguno de nuestros viajes de vacaciones a Canarias o Baleares nos encontramos con que somos los únicos españoles del Complejo. Este hecho, por sí mismo carecería de importancia si no fuera porque al cabo de los días acabamos sintiéndote absolutamente extranjero en tu propio país. En efecto, todo, absolutamente todo, desde las indicaciones y letreros hasta las explicaciones en recepción o las palabras de bienvenida se hacen exclusivamente en inglés. Y no es sólo porque el personal de animación y gran parte de los recepcionistas sean ellos mismos extranjeros, sino porque se trata ante todo y sobre todo de hacer la vida más fácil al turista que de verdad interesa que es el turista inglés en Canrias o Alemán en Baleares.

Por motivos de trabajo he tenido que viajar con frecuencia a Alemania, por poner un ejemplo, y jamás he encontrado ninguna leyenda, ningún artículo, ningún periódico o revista en recepción que no fuera estrictamente en lengua alemana con Independencia de la categoría del hotel o de lo pintoresco o turístico de la zona. Y es que en Alemania, promover el turismo no es hacer dejación de su propia esencia, de su cultura o de su idioma. A veces, debo confesar, me he llegado a sentir incomodado al preguntar al solicitar información en inglés y ver que se me contestaba en alemán pese a tener la seguridad que el recepcionista o maître en cuestión era consciente de mi ignorancia del idioma.

No se trata de llegar a ese extremo de descortesía, pero abogo por una mínima defensa de un idioma hablado por cientos de millones y que de año en año está ganando puestos como segundo idioma en colegios y escuelas de negocios.
Nos visitan millones de turistas cada año. ¿No sería una oportunidad excelente, para el Ministerio de cultura de fomentar el uso del Español en nuestros hoteles, con las traducciones y ayudas que fueran precisas para que nuestros visitantes no se sintieran incómodos?

Llevamos la Cultura del Español al Extranjero a través de nuestros Centros Cervantes y es una iniciativa a potenciar pero, puesto que tenemos la suerte de tener entre nosotros aunque sólo sea por unos días a millones de extranjeros, ¿no sería lógico aprovechar esa oportunidad para enseñarles al menos unas pocas frases en nuestro idioma?

3 comentarios:

Cálida Brisa dijo...

Hola Fede
Tienes mas razón que un santo, pero lo más triste es que el Castellano se está cotizando cada vez más y son muchos los alumnos extrajeros que lo escogen como segundo idioma, más incluso que el ingles, ese ya lo dan por obligatorio.

Estos dias que he estado en Guipuzcoa, ha sido una gran cura sobre eso, porque ya ibas con la idea que todo era en euskera, pero he de decir que nunca faltaron las informaciones en castellano, pero no creo que por simpatia sino porque las tienen en cuatro idiomas...Euskera, Aleman,Ingles, Castellano y casi por ese orden jajaja

En un lugar (no recuerdo cual) pedian que se dejara una limosna y ahi si estaba en castellano el primero, no pude evitar comentarlo.

Me gustó sobre manera oir los canticos religiosos en euskera..tenian su encanto.

Igual eran otros años, pero yo donde me he sentido peor ha sido en Valencia y Mallorca, tenian el poco tacto de hablarte en catalan cuando era evidente que no lo sabiamos.

Fede, los turistas están tan acostumbrados a que les rindan pleitesia por sus dolares que no se preocupan de hablar castellano.

Me gustas tus ''reflexiones criticas''porque estan cargadas de razón.

Saludos

Un gusto volver a leerte

Idella Esteve dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, amigo Fede.
Aparte de la sempiterna dejadez del individuo español está la falta de visión comercial: ya se ve lo que han hecho los ingleses con su idioma, que es la mayor fuente de entrada de divisas para ellos.
Pero no nos extrañe, yo tuve un problema muy grande, hace unos años, en Galicia -Padrón, para más exactitud-, donde dije por activa y por pasiva que no entendía el gallego y se negaban a hablarme en castellano. Tuve que amenazar con ir al juzgado de guardia, aunque, visto lo visto, no sé si habría conseguido algo.
A nosotros nos encanta ser Quijotes, y así nos va.

Un saludote

I.

Anónimo dijo...

Todavía queda la antigua cultura de los años 60 en que había que rendir pleitesía al turista extranjero porque era el que traía las divisas y el españolito era el pobre que los veía llegar con aires de superioridad.Las cosas han cambiado demasiado pero el sector de la hostelería no parece haberse dado cuenta.Un beso,Fede.