18 de septiembre de 2007

Un taxi en el Caribe



Siempre me ha gustado hablar con los taxistas que llevan mi soledad y mis maletas entre hoteles inhóspitos y aeropuertos congestionados.


Este, viejo lobo de la carretera, sicólogo de la vida y artífice de mil aventuras me devolvía desde el areopuerto de Maiquetía a un hotel de La Guaira en un Buick de los años sesenta, todo él un lastimero quejido, pero que, valientemente, sorteando tráfico, baches y peatones me fue acercando al hotel.

Bastó una palabra para prender la chispa de la conversación: Yo iba a Bogotá y el era Colombiano, aunque residente en Venezuela desde hacía más de veinte años, lo que fue llevando la conversación hacia la profunda nostalgia que sentía por su país, su Cartagena natal y sus fiestas, sus mujeres y su alegría,. pero, a la que nunca, nunca más había regresado....
Estaba casado con una Venezolana por necesidad, lo que provocó creo que intencionadamente, la pregunta que estaba esperando para iniciar su explicación:
- Yo era entonces un joven balarrasa de veinte años, al quien nada se le ponía por delante. Ayudaba a papá en su Empresa de construcción con obras de carretera importantes que yo supervisaba por todo el país.

- Estaba prometido a la hija de una de las familias de mayor solera y renombre de Colombia. La fecha de la boda y había sido fijada para el día 25 de Diciembre y los papás de Soledad, ya habían dotado a la Iglesia del Carmen de Pasto con un reclinatorio recamado de oro en el que nos arrodillaríamos para recibir la bendición de nuestro matrimonio.


- Pocos días antes, sin embargo la fatalidad se cruzó en mi camino. En una calle de la ciudad de Cali me topé con una chiquilla y sus dos hermanas que, me contaron, habían sido expulsadas de casa por su padre borracho. Deambulaban sin rumbo hasta que a su papá se le pasara la borrachera. Movido por un sentimiento de compañerismo y solidaridad las invité a que cenaran conmigo y a que se quedaran en el hotel hasta la mañana siguiente. Solo entonces me di cuenta de que bajo las ropas de la mayor ya asomaban tentadoras promesas.


- Ay mijito ! no se si fue la sangre, si fue el alcohol o si fue mi destino. Empecé con la mayor y creo que si no llega a ser por las veces que se dejó, hubiera hecho el amor con las tres. Fue tal mi reconocimiento y mi satisfacción que antes de irme saqué mi foto de la cartera y se la dediqué diciendo : "Toma, mi amor, para que nunca me olvides".


A las pocas semanas, llegaba de regreso a Cali. Me sorprendió encontrarme a la entrada de la ciudad con Rosario, uno de los empleados más antiguos de mi papá.
- ¿ Qué ocurre Rosario, cómo estás aqui como de espera ...
- Patroncito, de espera estoy pa' que no le maten.
- Pues, y quién o por qué me iban a matar ?
- Por qué yo no lo se patrón, pero quién lo ha mandado todos lo saben. Que no hay en Cali naide que no sepa que Sergio Dávila, el pistolero oficial del gobierno, ha mandado a su gente a Cali pa' matarlo.


Sin detenerme en Cali regresé hacia Medellín pero una vez allí, nuevamente amigos de la familia me previnieron que el pistolero Dávila me buscaba para matarme. Entre tanto averigüé que el tal Dávila, era un borracho empedernido jefe de una banda de pistoleros a sueldo, que vivía en la ciudad y era conocida por los disgustos que daba a su mujer y a sus tres hijitas. Mencionar Cali y acodarme de las tres hermanitas fue una misma cosa. Ahora ya sabía por qué me buscaba ese hiputa. Soledad había contado a ese padre mal nacido de su noche conmigo y ahora la foto dedicada, a quien le estaba sirviendo para acordarse siempre de mi era a su temible padre.


Mi boda era unos días más tarde. Tuve a penas tiempo de despedirme de la que ya nunca más iba a ser mi esposa. Si quería conservar la vida tenía que poner tierra por medio. Crucé la frontera con Venezuela y aquí estoy desde entonces, casado con una Venezolana que poco a poco me fue haciendo olvidar a mi Soledad. Lo que no ha logrado aún es que me haga fotografiar. Por eso no me he hecho un pasaporte, y por eso aún después de 30 años sigo sin regresar a Colombia.

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