EL DUELO ITINERANTE
Fernando Cerutti
He leído “El duelo Itinerante” de Fernando Cerutti y no podré dejarlo completamente atrás mientras no escriba la reseña que me quema en los dedos desde hace varios
días. Se trata de un libro extenso,
denso si se quiere, anecdótico también pero sobre todo rezumante
de sinceridad, cargado de humanidad y
rico en personajes retratados con
sus fallos y sus virtudes pero sobre todo con una fina ironía.
Sin ser exactamente un típico libro de viajes, un informe técnico - sociológico, o una novela de intriga, el autor ha querido combinar esas tres características en un todo harmonioso como las tres patas de un
mismo banco. El resultado no podía haber
sido más logrado. A la aridez de los
datos demográficos o de las técnicas de
evaluación de los proyectos de cooperación de la Unión Europea se
contraponen los rasgos de carácter, las
pequeñas manías, los problemas personales que arrastran los propios evaluadores
de proyectos y de la mano de Fernando
recorremos a caballo la jungla de Honduras para llegar a una tribu que intenta mantener el
ecosistema adaptarse
a la nueva realidad de sus vidas
sin dejarse arrastrar por una civilización depredadora que amenaza
su futuro. A miles de kilómetros y en terrorífico contrate podemos recorrer los sedientos caminos de Somalia,
viajar con el pensamiento a Sudán o maravillarnos por la forma en que gracias a
un hombre recientemente fallecido, la República de Sudáfrica pudo pasar de la
Apartheid a una democracia con cabida para negros y
blancos sin rencores ni venganzas.
Después de leer el libro de
Fernando Cerutti no nos queda la menor duda de que la Unión Europea trata de
hacer un seguimiento exhaustivo de cada Euro que entrega como cooperación para proyectos de desarrollo puestos en marcha directamente
por la propia Unión Europea o por alguna ONG especializada y las
autoridades y los gobiernos concernidos.
Pero la evaluación de esos proyectos no está hecha por robots. Al final de cada informe hay una persona.
Personas con un perfil personal y profesional diferente, con ambiciones, planes de vida, sueños, y a veces fantasmas diferentes,
y esta es quizá la parte que más me ha llamado la atención en la novela de
Cerutti.
En mi opinión el autor se revela
como un sutil observador del alma humana, y sabe contraponer todo lo que de
noble y sincero tenemos las personas, con las frustraciones, los desengaños o
las encubiertas motivaciones que dictan nuestros actos. Personajes como la austríaca Úrsula o el
italiano Mario Orsini, quedarán grabados en mi memoria.
Cuando escribo estas líneas, me
encuentro del otro lado de la barrera, inmerso en un proyecto de ayuda
humanitaria que lamentablemente no goza de subvención oficial de ningún
tipo. Por aquí no pasarán evaluadores de
la Unión Europea, pero he tomado buena nota de sus criterios de evaluación. Debemos
definir claramente lo que queremos, circunscribirlo en el tiempo, fijar
metas y marcadores de realización
medibles y mantener un desprendimiento suficiente de nuestras propias realizaciones como para cambiar de planes
y de orientación a medida que la sociedad en la que nos movemos cambia .
Nuestro lema de hoy “No child left behind” (Ningún niño sin una oportunidad) tendrá que cambiar necesariamente cuando
todos los niños Karen, Mon o Birmanos,
inmigrantes ilegales en la frontera entre Birmania y Tailandia estén
escolarizados, tengan acceso a la
escuela primaria y su existencia sea reconocida por el Gobierno de Tailandia de modo que sin
necesidad de ninguna ONG puedan acceder libremente a las escuelas y colegios
del Estado.
1 comentario:
QUé buena pinta y que original planteamiento. Intentaré hacerme con él.
Suerte en tus proyectos y feliz año!
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