Como el alumno que tiene ante sí una página en blanco y se
dispone a escribir la redacción de su vida, así, ante este nuevo año que se
ofrece a cada uno de nosotros, me siento
cohibido, casi temeroso, y me pregunto qué sabré hacer con cada uno de sus días… Tailandia seguirá
siendo una realidad al menos en los tres próximos meses pero ¿Luego?
Nada está del todo en nuestras manos y por consiguiente
hacer planes minuciosos no nos lleva sino a la decepción o al desengaño. A cada día le basta sus fatigas dice algún
pasaje de la Biblia. Pues bien, que estos días ya casi de final de curso me
llenen y me basten. Confío en que como
en esos edificios modernos en los que las luces se van encendiendo a medida que
uno camina por los pasillos, así el futuro se vaya iluminando a medida que
avanzo hacia él y que sin titubeos sepa
aprovechar cada instante para sembrar
sonrisas y plantar conocimientos.
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