Empezamos la última
semana de Febrero y el calor se ha instalado definitivamente en la región. Es domingo, todo está en silencio, pero a lo
lejos se ven grandes humaredas. Los
campesinos queman los rastrojos de los campos de tapioca y de paso
ahuyenta con el humo a los mosquitos que han vuelto a integrarse en nuestra vida cotidiana.
Esta tarde he ido con mi amigo Victor a visitar a Lam Me
Me. Es una niña despierta y sonriente de
11 años a la que acaban de amputar un brazo.
Viajaba con familiares en un autobús en Birmania cuando de pronto un
frenazo brusco del conductor hizo que volcara el autobús. La niña fue quien se
llevó la peor parte. Su brazo izquierdo quedó aprisionado bajo la carcasa. La trasladaron a un dispensario local donde
lo único que supieron o pudieron hacer
fue escayolar el brazo y mandarla para casa.
A los dos días los dedos de la mano estaban ennegreciendo y los dolores
era insoportables. Su tío, que trabaja en la las dependencias
del colegio tomó la decisión que salvó
la vida de la niña. la trajo a Tailandia
y la ingresó en el hospital Evangelista
de Ban Huey Maley a unos 20 kilómetros
de Sangklaburi El Doctor Scott nos mostraba días más tarde fotografías del
estado en que llegó la niña: 4 o 5 fracturas diferentes en el brazo, músculos desgarrados, y piel totalmente
desaparecida. Su única posibilidad para
salvar a la criatura era amputar el brazo izquierdo.
Acudí con Víctor para interesarme por la niña y su
familia. Lam Me Me es la cuarta de siete hermanos , Los padres viven a salto de mata entre
Birmania y Tailandia. Plantan tapioca en
terrenos más o menos abandonados y
consiguen aproximadamente 250 Euros como
fruto del trabajo intensivo de varios
meses. Cuando empiece la época de lluvias irán en busca de brotes de bambú, hongos y otros productos
comestibles que pueda recoger en el bosque.
A hurtadillas y con riesgo de ir a la cárcel cortará cañas de bambú
que le pagarán a menos de 0,35
€ el
haz de 25 cañas. Los dos hijos mayores con menos de 15 años
han abandonado ya la escuela y han empezado a trabajar en un almacén de caucho.
Esperan ganar 2 Euros al día
En principio, la operación de Lam Me Me no es gratuita. Esta
familia se habría empeñado de por vida si
Víctor no llega a enterarse y se
ofrece para cubrir los gastos de la operación.
Pide al Doctor Scott que no escatime esfuerzos para salvar lo más
posible el muñón para lo que tendrán que
hacer una segunda operación y trasplantar piel del muslo a la parte del brazo
que ahora esta despellejada
.Hoy hemos vuelto a visitar a Lam Me Me y llevarle algún juguete y unas golosinas. La madre con su último vástago de menos de un año ha permanecido todo el tiempo en el hospital. Los padres, el tío, los hermanos rodean a la niña como una piña. Lam Me Me comparte las manzanas que le hemos llevado con sus hermanos y se me saltan las lágrimas. Hay que vivir de cerca la tragedia y no permitir que críe callo en nosotros. Luego hemos ido a conocer dónde vive realmente la familia y nos hemos llevado con nosotros al tercero de los hermanos que con 12 años y medio también ha dejado de estudiar. Lam Me Me no tiene relación alguna con nuestro colegio. No tenemos muy claro siquiera si va al colegio. Nos alertó su tío, y eso bastó. Nada de lo que ocurre cerca de nosotros, sobre todo cuando se trata de niños puede dejarnos indiferentes. Eso es lo que confirma que estoy donde quiero estar en estos momentos.
.Hoy hemos vuelto a visitar a Lam Me Me y llevarle algún juguete y unas golosinas. La madre con su último vástago de menos de un año ha permanecido todo el tiempo en el hospital. Los padres, el tío, los hermanos rodean a la niña como una piña. Lam Me Me comparte las manzanas que le hemos llevado con sus hermanos y se me saltan las lágrimas. Hay que vivir de cerca la tragedia y no permitir que críe callo en nosotros. Luego hemos ido a conocer dónde vive realmente la familia y nos hemos llevado con nosotros al tercero de los hermanos que con 12 años y medio también ha dejado de estudiar. Lam Me Me no tiene relación alguna con nuestro colegio. No tenemos muy claro siquiera si va al colegio. Nos alertó su tío, y eso bastó. Nada de lo que ocurre cerca de nosotros, sobre todo cuando se trata de niños puede dejarnos indiferentes. Eso es lo que confirma que estoy donde quiero estar en estos momentos.
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