20 de septiembre de 2013

Escuela de Bambú: Ayutthaya


Los niños tailandeses  aborrecen  cualquier cosa que se relacione con Birmania  y cuando sorprendido y   perplejo les pregunto el  por qué,  de una forma u otra  siempre acaban diciéndote que  los birmanos son malos porque quemaron Ayutthaya  en 1767.
Lo cierto es que cuando hoy visitas las ruinas de lo que fuera  la capital de Tailandia durante más de 400 años empiezas a  hacerte una idea cabal del cataclismo que supuso para Tailandia la destrucción completa de su capital incluidos palacios y  templos.  Estas ruinas  han sido declaradas  en 1991 patrimonio de la Humanidad y uno no puedo sino quedar sobrecogido por lo que debieron   ser esas esbeltas “ estupas”  los dorados  “prang”  y los escalonados tejados  recubiertos de brillante cerámica roja glaseada, de  estilizados  y puntiagudos  aleros, refulgiendo bajo el sol de Tailandia.

Hoy nos paseamos  por solares vacíos donde sólo aislados  esqueletos de ladrillo  calcinado siguen  dando testimonio del esplendor de los palacios y templos de entonces.  Las casas, las estructuras superiores de los templos, incluso muchos de los edificios palaciegos, construidos  con maderas nobles  como la teca o la madera roja,  perecieron bajo las llamas.  Sólo cabe pasear e imaginar.  Pasear  y contemplar  alguna  decapitada  estatua  de Buddha  cuyo sereno gesto  invita  al silencio.  
Si  nos proponemos visitar todas las ruinas acabaremos confundiendo  templos principales y templos secundarios. En efecto, profundamente religiosos los tailandeses  habían multiplicado los templos en su bella capital.  Desde el primer momento hice  mi elección  y me limité a visitar las ruinas del  Palacio Real mandado construir por el Rey fundador de Ayutthaya en 1350, el Rey U-Thong.  Hoy solo quedan algunas torres y partes de la sala principal del trono. En segundo lugar visité el templo Phra Ram que se situaba en la parte este del palacio real y del cual además  de “estupas” de menor importancia  se puede aún hoy admirar un impresionante “prang” o torre  principal del  templo en  estilo Khemer .   En el templo Mahathat me acerqué a contemplar  de cerca esa cabeza de estatua que olvidada  entre las ramas de un árbol acabó con el paso de los siglos siendo casi completamente absorbida  por él hasta  hacerse inseparable y que con frecuencia sirve de imagen representativa de las ruinas en su conjunto.  Me despedí de Ayutthaya visitando las ruinas del Templo Chaiwatthanaram  construido  en estilo Kmer, siguiendo  el modelo de Angkor  bajo el reino del  Rei Prasatthong que quiso así  hacer méritos en nombre de su madre y al mismo tiempo  celebrar  una victoria sobre las tropas Camboyanas.
Algún día volveré probablemente a hablar de Ayutthaya y de sus templos modernos, los que hoy frecuentan de manera asidua y piadosa los budistas tailandeses.  Esto templos,  también me impresionaron aunque por motivos diferentes y en algún momento me  gustará  hacer un comentario. 

Tras la destrucción de Ayutthaya,  el  valiente general  Taksin,  emprendió la reconquista del reino de Siam, traslado la capital a Thonburi  y tras un breve espacio de tiempo a su emplazamiento actual en Bangkok y dio origen a la Dinastía Chakri  de quien desciende  en línea directa  Su Majestad   Phuumiphon Adunyanej  que bajo el  nombre de Rama IX  reina hoy en Tailandia.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso relato histórico. Seguimos aprendiendo historia y costumbres tailandesas gracias a tu blog. Carmen Moreno