Los
niños tailandeses aborrecen cualquier cosa que se relacione con Birmania y cuando sorprendido y perplejo les pregunto el por qué,
de una forma u otra siempre acaban
diciéndote que los birmanos son malos
porque quemaron Ayutthaya en 1767.
Lo
cierto es que cuando hoy visitas las ruinas de lo que fuera la capital de Tailandia durante más de 400
años empiezas a hacerte una idea cabal
del cataclismo que supuso para Tailandia la destrucción completa de su capital
incluidos palacios y templos. Estas ruinas
han sido declaradas en 1991
patrimonio de la Humanidad y uno no puedo sino quedar sobrecogido por lo que debieron ser
esas esbeltas “ estupas” los
dorados “prang” y los escalonados tejados recubiertos de brillante cerámica roja
glaseada, de estilizados y puntiagudos
aleros, refulgiendo bajo el sol de Tailandia.
Hoy
nos paseamos por solares vacíos donde
sólo aislados esqueletos de ladrillo calcinado siguen dando testimonio del esplendor de los
palacios y templos de entonces. Las
casas, las estructuras superiores de los templos, incluso muchos de los
edificios palaciegos, construidos con
maderas nobles como la teca o la madera
roja, perecieron bajo las llamas. Sólo cabe pasear e imaginar. Pasear y contemplar
alguna decapitada estatua
de Buddha cuyo sereno gesto invita
al silencio.
Si nos proponemos visitar todas las ruinas
acabaremos confundiendo templos principales
y templos secundarios. En efecto, profundamente religiosos los tailandeses habían multiplicado los templos en su bella
capital. Desde el primer momento hice mi elección
y me limité a visitar las ruinas del
Palacio Real mandado construir por el Rey fundador de Ayutthaya en 1350,
el Rey U-Thong. Hoy solo quedan algunas
torres y partes de la sala principal del trono. En segundo lugar visité el
templo Phra Ram que se situaba en la parte este del palacio real y del cual además
de “estupas” de menor importancia se puede aún hoy admirar un impresionante “prang”
o torre principal del templo en estilo Khemer . En el
templo Mahathat me acerqué a contemplar de cerca esa cabeza de estatua que
olvidada entre las ramas de un árbol
acabó con el paso de los siglos siendo casi completamente absorbida por él hasta hacerse inseparable y que con frecuencia sirve
de imagen representativa de las ruinas en su conjunto. Me despedí de Ayutthaya visitando las ruinas del
Templo Chaiwatthanaram construido en estilo Kmer, siguiendo el modelo de Angkor bajo el reino del Rei Prasatthong que quiso así hacer méritos en nombre de su madre y al
mismo tiempo celebrar una victoria sobre las tropas Camboyanas.
Algún
día volveré probablemente a hablar de Ayutthaya y de sus templos modernos, los
que hoy frecuentan de manera asidua y piadosa los budistas tailandeses. Esto templos, también me impresionaron aunque por motivos
diferentes y en algún momento me gustará hacer un comentario.
Tras
la destrucción de Ayutthaya, el valiente general Taksin,
emprendió la reconquista del reino de Siam, traslado la capital a
Thonburi y tras un breve espacio de
tiempo a su emplazamiento actual en Bangkok y dio origen a la Dinastía
Chakri de quien desciende en línea directa Su Majestad Phuumiphon
Adunyanej que bajo el nombre de Rama IX reina hoy en Tailandia.
1 comentario:
Precioso relato histórico. Seguimos aprendiendo historia y costumbres tailandesas gracias a tu blog. Carmen Moreno
Publicar un comentario