Cuando
en 1984 Thailandia concluyó la
construcción de la Presa Wajiralongkorn (así llamada en honor del Príncipe Heredero) cortaba
el paso de todas las aguas que fluían por una vasta zona montañosa del noroeste de Tailandia y creaba
un lago artificial de
más de 450 kilómetros
cuadrados. Los estrechos valles quedaron
anegados por las aguas y de las
colinas sólo quedaron las crestas más altas,
que sorprendidas siguen mirándose en las cristalinas aguas que las rodean.
El
parque Nacional Khao Leam
cedió a las aguas aproximadamente
un tercio de su superficie, pero
añadió a la impresionante belleza
de sus bosques, sus cascadas y sus
cuevas la belleza de ese inmenso lago
especular en el que todo de
duplica invertido en su reflejo.
Pasear
por el lago en barca es una experiencia que recomiendo a cualquiera que se
acerque a Tailandia y quiera escapar de las playas atestadas
o de la contaminada capital.
incluso para los que vivimos al borde mismo de ese inmenso lago, un paseo en barco desde Bon Phi hasta la isla
de los Cocoteros (isla Kati)
es una especie de recompensa que
no se puede desdeñar.
Salimos de Sangklaburi a primera hora de la mañana con un grupo de alumnos y a las nueve de la
mañana un barco relativamente grande de
32 plazas nos recogió en el embarcadero de Bon Phi. Recorrimos en una hora
a penas un tercio de la longitud total del lago y a pesar de que las
imágenes se repetían una y otra vez no podíamos
dejar de contemplar esas pequeñas
islas entre las que avanzábamos cubiertas con un penacho de espesa vegetación,
y erosionadas en la base
por la suave pero persistente
caricia del agua hasta dejar al
descubierto su arcillosa y rojiza sustancia.

1 comentario:
QUé maravilla!
Publicar un comentario