14 de julio de 2008

Phrapaiphak

Me marcaste con el fuego de tus labios
silencioso y feliz acepté la derrota.
Nada podía hacer contra tu serena mirada
tu sonrisa perenne desgarró mi coraza.
Nos zambullimos juntos en turbulentas aguas
el lenguaje de gestos ya nada explicaba,
no entendía tu idioma, pero el sonido era dulce
y cuando tu hablabas gorjeaban los pájaros.
Escribiste mil veces tu nombre en mi pecho
pero las letras eran raras y la huella profunda
tropezaba en Phrapaiphak y confundía tu nombre
o me equivocaba de tono y decía un disparate.
A prendí a descalzarme al entrar en tu casa
con manos juntas como si rezara, a tu padre
presenté mis respetos y su mirada fue franca
pero su sonrisa abierta escondía una lágrima.
Te juré mi amor en cuatro idiomas diferentes
pero de los europeos tú ninguno entendías.
Te miré, mi miraste y quedó todo dicho,
mis labios en tu piel escribieron el compromiso.
Evoco hoy tu memoria y te recuerdo con gozo
y repito en voz baja lo que tardé en aprender,
aquel compromiso de amor que suena como
una canción: Phom rak theu

2 comentarios:

Raisa dijo...

Solo puedo decirte dos cosas..Auténtico y maravilloso.
Nunca la olvides.

Un abrazo

Cálida Brisa dijo...

¡¡Que preciosidad de mujer!!

Que maravilla de poema.