16 de diciembre de 2007

Poesía Clásica China


Canción de una dama virtuosa

Sabiendo que ya tengo marido,
me obsequiasteis dos brillantes perlas.
Conmovida por tan sincero afecto,
las prendo en mi veste roja de seda.
Los altos pabellones de mi casa
se yerguen junto al jardín del monarca,
y mi marido vigila el palacio,
espada al cinto y lanza en mano.
ya sé que tenéis un corazón puro
como el sol y la clara luna,
pero debo cumplir con mi deber
de seguir a mi esposo eternamente.
os devuelvo las perlas,
bañadas en lágrimas.
¡Qué inmensa tristeza!
¿Por qué el destino no quiso
que os conociese cuando era soltera?
Zhang Zi (766-830)

3 comentarios:

Willow dijo...

Me encanta este poema. Ya lo había leído pero no lo puse en mi blog porque las dos perlas me recuerdan el pasado. Gracias Fede. Un beso.

Raisa dijo...

No soy entendida en poesia china como vosotros, pero me gustó leerla.

Durrell dijo...

Bello poema, y buena traducción.

Hace unos días me preguntó mi hija si en inglés también riman los versos. Y la verdad es que jamás me lo había cuestionado. Se supone que si son poemas han de rimar, aunque no tengo ni idea si eso se contempla en todas las culturas, como en esta ocasión la China.