¡Qué fácil es confundir nuestros prejuicios con la realidad! Arthur Schopenhauer comentó en cierta ocasión: “La mayoría de la gente confunde los límites de su visión con los límites del mundo”. Sin embargo una y otra vez las metas que creíamos imposibles de lograr son alcanzadas, las barreras infranqueables son derribadas. Nos obstinamos en decir “eso es imposible” mientras otros se dedican a intentarlo. Debemos de dejar de ver las cosas únicamente a través de nuestros miedos, nuestras fobias y nuestros puntos de vista. El pensamiento no puede determinar la realidad pero si nos repetimos una y otra vez que jamás seremos capaces de dominar una técnica, de alcanzar una meta, haremos que de verdad se cumpla la profecía.
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3 comentarios:
Cuanta razón tienes.
Si a la primera dificultad abandonas nunca lograras lo que te propusistes hacer, es cuestión de perseverar.
Nadie logra dominar nada a la primera y sin esfuerzo.
Buenos días Federico, aquí te dejo un enlace para que te pases por él, te llevarás una grata sorpresa
https://www.blogger.com/comment.g?blogID=5000421506631822173&postID=5335507338082303926sa
Un beso
Cierto. Los límites nos los imponemos nosotros mismos.
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