9 de junio de 2013

Escuela de Bambú: Unas zapatillas para pensar

En Tailandia pasamos gran parte del día descalzos.  Las buenas maneras nos piden descalzarnos al entrar en cualquier casa, despacho o lugar público cuyo suelo sea de madera.  En el colegio, los niños dejan sus zapatos, sandalias o sencillas zapatillas de playa  a la entrada de la clase.
Iba yo también a descalzarme para dar mi clase, cuando de pronto, un poco apartadas vi unas playeras que me llamaron la atención.  Conmovido me quedé contemplándolas, luego en un impulso,  las fotografié con el móvil. 
Contrariamente a lo que a primera vista pudiera parecer, no son unas zapatillas de playa  parcialmente cubiertas de arena.  El color del parquet a la puerta de la clase tiene exactamente el color de la deliciosa arena de playa.
 Son las zapatillas de uno de mis alumnos y para mi vergüenza ignoro aún de quién.    Desde luego esas zapatillas nunca han conocido la fina arena de una playa tropical.  Sencillamente están tan desgastadas que les falta el talón.  Creo que es una buena imagen que nos permite visualizar la pobreza.  Unas zapatillas de goma, la manera más barata y por lo tanto más corriente de calzar  en esta zona del país a cientos de kilómetros de cualquier playa. Un par de chanclas de este tipo no cuesta más de 3 euros, pero mi alumno las ha desgastado hasta  perder por completo el talón y sigue con ellas porque  sus padres no le pueden comprar otras.

 Llevo poco tiempo aquí y afortunadamente estos pequeños detalles llaman mi atención y me conmueven.  Ojalá no me acostumbre nunca a pasar indiferente ante unas zapatillas tan desgastadas como estas….

1 comentario:

g.vidal dijo...

Estas cosas nos sirven para valorar todo lo que tenemos y que en realidad no nos hace falta, recibe un abrazo.