La ciudad de Alicante tiene uno de los campus universitarios más impresionantes de España. Instalado en los terrenos de un antiguo aeródromo militar ha podido instalar las diversas facultades en un entorno verde, diseminadas entre parques, jardines, estanques y lugares de aparcamiento a los que se accede por una única carretera circular que rodea la totalidad del complejo.
En el propio recinto universitario hay también un impresionante edificio que asemeja a un gigantesco e inaccesible cajón de madera a medias sumergido en un cristalino lago artificial. Es sólo una ilusión óptica. El pretendido lago es sencillamente una fina capa de agua sobre los tejados de los talleres y salas didácticas que rodean el edificio central del museo y esconden de la vista el patio que rodea al edificio central del Museo. Inaugurado en 1999, es obra del arquitecto Alfredo Payá y se dedica principalmente al arte contemporáneo y a la investigación de las tendencias artísticas actuales.
Si el continente es por sí mismo impactante, en esta ocasión lo ha sido aún más gracias a la exposición que bajo el título “Històries (de la nostra História)” el Museo dedica al pintor alicantino Antoni Miró (Alcoi, 1946). Sus esculturas en hierro interpretando cuadros tan conocidos como El Guernica de Picaso o El maestro de escuela de Magritte rodean el frontal del estanque y realzan aún más la maciza silueta del museo.
No me siento capacitado para hacer un análisis crítico sobre este artista pero si puedo indicar que partiendo de elementos del pop-art y del lenguaje del realismo social, gran parte de su obra es obra de denuncia: series como “América negra”, “El Dólar” , o “Esclavo y esclavizador” son buena prueba de ello, como lo son también los cuadros dedicados a denunciar la devastación del litoral.
También podemos contemplar obras más recientes en torno a la guerra de Irak y una extensa serie en torno al arte y a los museos en el que destacaría muy particularmente la recurrente obra “La Gioconda en la Habana”.
Nunca había oído hablar de este pintor, cuyo nombre quizá me quedó eclipsado por el insigne Joan Miró, pero he quedado sorprendido, impactado y con enormes deseos de saber más sobre su obra y su pintura.
1 comentario:
Estimado Fede: Ya que también estuviste en Altea (ten por casi-seguro que hemos podido cruzarnos), te diré que Antoni Miró tuvo su taller / Sala de exposiciones en el casco antiguo de Altea durante mucho tiempo y tenía una vida social y cultural muy activa por esta zona. A mi también me parece un artista excelente, quizá no reconocido suficientemente.
Espero que este año que entra te sea, al menos, tan favorable como lo ha sido este.
Un abrazo
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