7 de noviembre de 2007

¿Experto o diletante?

Siempre he sentido envidia de esos auténticos entendidos en algún tema, ciencia, afición, o maña que son capaces de desafiar cualquier pregunta, o cualquier reto.

¿Os acordáis de aquellos concursos como "Un millón para el mejor" en los que se ponía a prueba los conocimientos en ornitología, historia del siglo XV, o cantantes del siglo XX de los concursantes? Debo confesar que yo admiraba a aquellas personas que se habían centrado en un tema y como si de una mina se tratase cavaban y cavaban siguiendo el filón de su afición buscando la pepita de oro hasta que, como topos, acababan no teniendo más horizonte que el que encontraban a diez centímetros de la nariz. De verdad, como ellos me hubiera gustado ser una "autoridad" en algo...

He sido menos perseverante, más distraído. He ido saltando de un tema a otro o he tratado vanamente de mantenerme al día en muchos temas dispares y reconozco que aunque sé algo de muchas cosas, no puedo hablar de nada con la autoridad de un "entendido".

Esa constatación me ha traído a mal traer durante mucho tiempo y me ha hecho cuestionar mis hábitos culturales y mi curiosidad disparatada. ¡Hasta ayer! ... Sí, porque ayer finalmente he llegado a la conclusión de que tampoco la especialización es la mejor opción.


Me encontré encontré ayer con un amigo que tiene por hobby el románico, y más concretamente el románico castellano. Creo que conoce no sólo todos y cada uno de los monumentos románicos de la región, sino cada una de las piedras que los forman. Eso sí, fuera del tema en cuestión, su conversación se limita a decir la hora y el tiempo que hace. Coincidí en un viaje con este amigo, y como quiera que mi repertorio en piedras es tan limitado como el agua de un vaso, intentaba cada poco tiempo llevar la conversación a terrenos con más amplias perspectivas. Pena perdida: no sabía que se iban a conceder los Oscars; lo más moderno que había oído en música era Julio Iglesias y de música clásica no le pude sacar del "Himno de la alegría" . En Historia, en Política, en Viajes los temas se agotaban con igual rapidez. Desesperado le pregunté si leía algún periódico y me contestó: Sí, de vez en cuando miro el periódico para ver los horarios de autobuses!!!

Visto lo visto, he decidido que mejor me quedo como estoy: mariposeando de tema en tema aunque el polen que recoja sólo sirva de ligero barniz para tapar las grietas de mi ignorancia.

Si fuera más salomónico quizá debiera dedicar la mitad del tiempo a un tema concreto y la otro mitad a todo cuanto el capricho me pida... Eso será quizá lo que haga en mi próxima reencarnación.





6 comentarios:

Elsa dijo...

Me recuerdas a un amigo mío. La familia de su mujer están inmersos en el mundo de la música. Su cuñado es un importante musicólogo, intérprete.. Pero cuando mi amigo, una persona a quien también le gusta saltar de un tema a otro, cuando se reúne con ellos se aburre soberanamente: sólo saben hablar de música... No hay nada más en el mundo.
Ya ves, Fede.. no estás solo.

Un abrazo.

Paquita dijo...

Hola Fede
Yo admiro a la gente que sabe mucho de una cosa pero no solo de esa ''cosa'' en cuestión, como en los colores está el gusto, en la diversidad está la sabiduria (para mi).
Me ha gustado el tema.
Un abrazo

Malena dijo...

Pues yo de tí no lo haría, Fede. Es mejor ir aprendiendo de la vida que con la variedad que tiene de facetas es como un libro que nos va enseñando varios temas en los cuales al final, te haces experto.

Un beso.

Willow dijo...

Es que hasta la palabra suena mejor: Diletante, pero sólo en cuanto a lo que se pueda aprender que es mucho. Ese polen proporciona un brillo muy interesante. Un beso

Anónimo dijo...

Principio de prudencia a la hora de invertir:
" No hay que poner todos los huevos en la misma cesta".

Qué mejor inversión que el tiempo y las ilusiones...

Muy interesante tu comentario, federico. Saludos !!

Anónimo dijo...

A MI AMIGO FEDERICO POR NUESTRA COMÚN AFICIÓN A TODO.