23 de noviembre de 2007

Algo tan parecido al amor


ALGO TAN PARECIDO AL AMOR
Carmen Amoraga
Finalista Premio Nadal 2007
Ediciones Destino
Áncora y Delfín
270 páginas


Mario Vargas Llosa dice que una novela es una gran mentira llena de muchas pequeñas verdades. Carmen Amoraga ha juntado en su reciente novela, finalista del Premio Nadal de este año, las relaciones sentimentales de tres mujeres para, a través de un análisis polifacético y minucioso, intentar extraer algún tipo de conclusión o respuesta a la pregunta : ¿A qué llamamos amor?

No estoy seguro de que la galardonada escritora haya logrado aclarar nada con su novela, pero debo admitir que ha hecho un loable esfuerzo para mostrarnos diversos aspectos de esa constante humana que es la búsqueda de la felicidad a través del amor. Siguiendo los avatares de unas amigas treintañeras antiguas compañeras de colegio y que siguen encontrándose y contándose sus alegrías y sus más frecuentes disgustos, vamos viendo diferentes facetas de la relación que establecen con los hombres ya sea como esposas en el caso de Silvana, ya sea como amantes en el caso de Amparo y Ana.

La escritora no pretende hacer una novela de género, ni tampoco una novela generacional, pero como en sus novelas anteriores es sobre todo una novela cuyos protagonistas son mujeres y el punto de vista si no exclusivo, es predominantemente femenino. Silvana, que parece ser la más asentada y la que disfruta de una relación matrimonial aparentemente estable, es la que actúa como “pepito grillo” de las otras dos, y las hace reflexionar en voz alta y admitir que la pasión está cubierta de espinas las más de las veces, y que en su búsqueda del amor se encuentran con la soledad, el despecho, la humillación y el egoísmo de sus amantes. Se han enamorado no de hombres de carne y hueso sino de una imagen una imagen idealizada que de ellos han construido.. Irrumpen en los matrimonios de sus rivales y ponen así en contraposición el papel de esposa y el de amante. De ese modo, Carmen Amoraga no deja cabo suelto, escruta el sentimiento amoroso desde todos los puntos de vista y disecciona las relaciones de pareja y los sentimientos que conllevan: amor, celos, miedo, culpa, tedio, sumisión, estabilidad, terror a la soledad. Etc.

He disfrutado leyendo esta novela aunque debo confesar que literariamente hablando me ha dejado insatisfecho. Se diría que el argumento ha sido tejido en función de las necesidades de la tesis en lugar de extraer una tesis del argumento. Por otra parte la autora ha tratado de utilizar el lenguaje sencillo, de la calle, de todos los días, y a fuerza de intentar la sencillez roza a veces con la ordinariez. Pero no quiero acabar la reseña con esta nota negativa. Carmen Amoraga no se la merece; y por eso, citándola textualmente, diré: “No es que hoy no crea que el amor duele, porque sí duele, pero me pregunto si tiene que doler siempre, si siempre tiene que doler de esta manera, si no habremos estado equivocados toda la vida y si el que te quiere bien es precisamente quien no te hace llorar”.

1 comentario:

Elena dijo...

Me ha llamado la atención tu reseña. Lástima que la calidad literaria de la obra no se corresponda con el interés que despierta su temática, que a pocos deja indiferente. El amor sigue siendo uno de esos temas imperecederos, sobre el que nunca nos cansamos de leer.

No hay amor sin espinas, pero el amor no debe ser un dolor constante. Creo que la frase más adecuada podría ser algo así: "Quien bien te quiere te hará llorar lo menos posible, y cuando lo haga, no será a propósito".

Un abrazo