No siempre las gloriosas gestas de nuestros países se
sustentan en contrastados hechos históricos pero indudablemente para cualquier
tailandés culto, Sukhothai significa el compendio de todos los valores que
conforman la identidad nacional: el idioma, la religión, el arte, la cultura y
la autoridad.
A partir del siglo X diferentes tribus Thai llegaron desde el Sur de China en busca de tierras
fértiles en las cuencas del Mekong y del
Chao Praya. Los caudillos thai ofrecieron vasallaje a los reinos ya
establecidos : el Reino Kmer en el
Centro Este, el Lanna en el Norte o el
Reino Mon en el oeste. En 1239
sin embargo dos caudillos hermanos arrebataron la ciudad de Sukhothai a los Mon
y extendieron el territorio hasta ocupar
parte de los reinos vecinos. Bang Muang
se conviritió en el primer rey Thai de Sukhothai bajo el nombre de Sri Indraditya. Veinte años más tarde el reino se había extendido hasta ocupar por completo el valle alto del Chao Praya.
La fundación de Sukhothai supone para los
tailandeses mucho más que una conquista. Se trata en efecto del nacimiento de
una nación. A partir de 1240 los reyes Pho Khum Ban Muang y su hermano Ram Kham Haeng extendieron el reino hacia el Sur, se
independizaron de los Kmer estabilizaron
el reino gracias a estratégicos matrimonios y aprovechando ese período de prosperidad
del reino, adoptaron el Budismo Tharavada procedente de Ceylán y transmitido a través de los recién sometidos pueblos Mon.
Además, en 1283, inspirado por los Mon
y ,utilizando como modelo el Sánskito usado por los Monjes, el propio rey Ram Khan Haeng inventó
el alfabeto Thai según consta en
la controvertida estela Ram Khan Haeng
descubierta por el Rey Mongkut 500 años más tarde.
Sin embargo el esplendor de
Sukhothai fue de corta duración. A partir de la muerte de Ram Khan Haeng, los
reinos tributarios se rebelaron y Sukhothai fue perdiendo importancia hasta que finalmente en 1378 el Rey Thamaracha tuvo
que someter someterse al emergente reino
de Ayuthaya.
Aunque breve fue en
general una época de bonanza y expansión
cultural y artística de todo orden como lo queda patente en las impresionantes ruinas de la antigua capital de Sukhothai,
hoy Parque Histórico Patrimonio de la Humanidad.
Al recorrer el parque de cerca de 60 km cuadrados uno no puede por menos de preguntarse qué sentido religioso pudo en tan corto período de tiempo levantar tantos y tan impresionantes templos. Hoy los estucos, los muros, y la mayoría de las estatuas han desaparecido. Algunas de las más valiosas las encontraremos en los templos de Bangkok, pero a través de las columnas de las gigantescas figuras de los armazones de ladrillo de los diferentes cheddis y estupas, podemos adivinar la influencia del arte kmer por un lado y el propio estilo naciente protagonizado por estilizadas estupas de base octogonal y sobre todo por las estatuas de bronce representando budas sentados en postura de medio loto, con la mano derecha haciendo el gesto de tocar el suelo, o caminado con la mano levantada. Los escultores no se basan en la analogía de la forma natural ya que por ejemplo los lóbulos de las orejas suelen llegar casi a tocar los hombros, o la cabeza muestra una protuberancia en llamas, pero estas imágenes poseen una ingrávida elegancia y una hierática serenidad.
Al recorrer el parque de cerca de 60 km cuadrados uno no puede por menos de preguntarse qué sentido religioso pudo en tan corto período de tiempo levantar tantos y tan impresionantes templos. Hoy los estucos, los muros, y la mayoría de las estatuas han desaparecido. Algunas de las más valiosas las encontraremos en los templos de Bangkok, pero a través de las columnas de las gigantescas figuras de los armazones de ladrillo de los diferentes cheddis y estupas, podemos adivinar la influencia del arte kmer por un lado y el propio estilo naciente protagonizado por estilizadas estupas de base octogonal y sobre todo por las estatuas de bronce representando budas sentados en postura de medio loto, con la mano derecha haciendo el gesto de tocar el suelo, o caminado con la mano levantada. Los escultores no se basan en la analogía de la forma natural ya que por ejemplo los lóbulos de las orejas suelen llegar casi a tocar los hombros, o la cabeza muestra una protuberancia en llamas, pero estas imágenes poseen una ingrávida elegancia y una hierática serenidad.
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