XIII
Nada de lo que diga dará cuerpo
al milagro de un pétalo. Acaricio
su vértigo y temblor, su luz en fuga
hacia la oscuridad que asperja el día
y alumbra el refulgir de su deseo,
un latido solar de la belleza.
Suave punta dormida entre mis yemas.
Jorge Valdés Díaz Vélez
Otras horas (2010)
1 comentario:
La sensualidad rematada con esa potente: "Suave punta dormida entre mis yemas".
Hermoso poema.
Almudena
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