16 de marzo de 2011

La primavera se anticipó en El Parque Natural de Cabo de Gata

Tengo que confesar que partía con muchos prejuicios sobre Almería como lugar para pasar unos días haciendo senderismo. Los áridos y variados paisajes de Tabernas que se hicieron famosos como plateaux de rodaje de muchos, y no siempre buenos westerns, no me atraía en absoluto y menos aún los mares de invernaderos de plástico donde miles de inmigrantes a menudo sin papeles se dejan la piel y contribuyen a la reciente prosperidad de esta provincia andaluza.


Del parque natural del Cabo de Gata sólo sabía que se trata de una zona de origen volcánico, agreste y en general muy despoblada. Una vez más se confirma eso de “ver para creer”. Regreso tan sorprendentemente encantado de la zona, de sus pueblecitos blancos, sus playas multicolores, su vegetación, sus diminutas calas, sus formaciones basálticas, su mar, y la limpieza de sus cielos, que tomé de inmediato la resolución de volver sobre tan pronto como me sea posible.


Se puede hablar del Parque Natural de Nijar-Cabo de Gata desde diversos enfoques: las guías turísticas inciden mucho sobre las diferentes formaciones rocosas fruto de erupciones volcánicas hace millones de años: dacitas grises, andacitas oscuras, granates rocosos, rocas oolíticas agujereadas como un queso de Gruyère, formaciones basálticas en forma de tubos de órgano, pero bastará acercarse a una playa y recoger las piedrecitas que a lo largo de los siglos, el mar ha pulido en gemas multicolores para darse cuenta que estamos en un terreno que ha sufrido profundos cambios por efecto de los volcanes..

Podría mencionar el pueblo fantasma de Rodalquilar creado de la nada para albergar a los trabajadores de una compañía minera que montó una instalación minera para extraer oro por procedimientos químicos. Aún pueden verse hoy casas derruidas y nombres de calles tan pintorescas como “Calle de la piedra Filosofal”. Las sedimentaciones de arena y reactivos químicos, han dejado un curioso lugar donde se podría rodar con caballos en miniatura una película del Oeste en el Cañón del Colorado.


O quizá refugiarme en el tipismo de los molinos de viento, las norias, los algibes y los torreones defensivos que jalonan toda la costa


Pero si algo me ha llamado poderosísimamente la atención ha sido la vegetación. Me he encontrado con un lugar despoblado de árboles, salvo escasos eucaliptos y algunas pitas pero de una abundantísima vegetación en plena floración en el mes de febrero. Una de las ventajas de caminar es que puedes pararte a examinar plantas, fotografiar flores, aprender de boca de tus acompañantes nuevos nombres: la jara, y la jara blanca, el cantueso, el tomillo y el romero, la amarilla margarita marítima (asteriscus maritimus), los asfódelos, la retama y las aliagas, la albaida, las siemprevivas y las escondidas orquídeas ya no son un misterio. Incluso el azufaifo, de nombre tan sonoro, enorme erizo vegetal que ahora en primavera esconde sus espinas tras diminutas flores amarillas. Vegetación rampante, que aprovecha cualquier resquicio de humedad, palmitos y chumberas que la almacenan el agua, y pitas que florecen una vez, lanzan al aire su lago vástago florido y luego mueren dando origen a nuevas plantas.

 
Acuciados por la velocidad y la falta de tiempo, acostumbrados a calibrar en función de la talla, estas con frecuencia diminutas plantas pasan desapercibidas. Una de las grandes ventajas de hacer senderismo es la de volvernos a la realidad cotidiana, al pequeño detalle, a lo ínfimo y diferente. Descubrirlo en el Parque Natural de Cabo de Gata ha sido gozada y un privilegio.

3 comentarios:

Nacida en África dijo...

Mi querido amigo: Es una interesante entrada y yo soy una afortunada por haber podido ver todas las fotos.Gracias por no olvidarme.

Un fuerte abrazo.

Malena

Prometeo dijo...

Hermosa zona, distinta, diferente, atipica pero bella a su manera.
Un abarzo.

Consuelo Labrado dijo...

Un verdadero placer, recorrer a través de tu escrito, ese lugar desconocido para mí pero al que, tus palabras invitan a visitar.
Gracias, querido amigo por compartir esos momentos con tod@s nosotr@s.
Un abrazo