No es lo mismo hacer lo correcto que ser popular. A veces en la vida nos enfrentamos a la disyuntiva de hacer lo que creemos que se debe hacer o hacer las cosas que contentan o no disgustan a los demás. Corregir a los hijos, reprochar la conducta de un amigo, condenar una injusticia no siempre es agradable pero es lo correcto, es lo que debemos hacer si no queremos dejarnos arrastrar por la mediocridad.
Afortunadamente, a la larga, esas decisiones difíciles acaban siendo recompensadas. Hace pocos días mi hijo me comentaba lo mucho que le enfurecía que le reprendiéramos cuando era adolescente y cómo, cuando se había calmado el resquemor, recapacitaba a escondidas sobre lo que le habíamos dicho. Pero a parte de esa posible recompensa, elegir lo popular en lugar de lo correcto es traicionarse a sí mismo y eso, a la larga acaba minando todas nuestras fortalezas.
2 comentarios:
Amigo, es preferible hacer lo correcto aunque duela que dejar de hacerlo por quedar bien.
El ejemplo de tu hijo nos demuestra que hasta de chiquillos, ellos saben que no es por capricho reprenderles e incluso lo agradecen despues.
Lo de condenar alguna injusticia a la mayoria aun les cuesta, pero la vida está tan mal, que debemos de empezar a ejercer la protesta ante los atropellos que se comenten, es lo unico que nos dejan'''protestar''
Un beso
Creo que lo que más me ha unido a mi hija ha sido precisamente el haber tomado esas decisiones correctas a lo largo de su vida, pero también el hecho de haber hablado con ella cuando se apagaba su furor hablandola de igual a igual y haciendole comprender cual era mi deber en esas situaciones. Aún estamos en ello, pero creo que las dos hemos hecho un buen trabajo.
Las injusticias son el pan de cada día, no sé como y porqué hemos llegado a este estado de cosas sino es que nos hemos convertido en miopes voluntarios.
Un abrazo.
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