The Director General of the Employment
Department in the Ministry of Labor has confirmed that the job of nannies is a
reserved occupation for Thais. This
confirmation comes after Phra Nakhon Si Ayutthaya Hospital’s Deputy Director
expressed concern about the influence nannies and domestic helpers from
different cultural and social
environments have on a child’s development and
he had previously said that the
children cared for by migrant nannies will imitate their characteristics and
would grow up with similar behavior, attitude and social skills.
Fortunately the same Bangkok Post in
the Opinion Page a few days later recognizes that such declarations are
completely outdated and more often than not are the result of the undisguised ethnic prejudice against neighbouring
countries which dominates the oppressive migrant policy in the country
En el Bangkok
Post leo las increíbles declaraciones de la Directora General de
Empleo del Ministerio de Trabajo,
en las que declara que la tarea de
niñera sólo puede ser ejercida por mujeres tailandesas, siendo ilegal para el
personal doméstico de Myanmar, Laos, Camboya o Vietnam que sólo pude dedicarse
a las tareas domésticas de limpieza, cocina, jardinería y trabajos
asimilables. Pero lo más inaudito es que
se apoya en el informe del Dr. Duangporn Asvarachan, Subdirector General
del Hospital Phra Nakhon Si Ayutthaya que manifestaba su malestar por la
influencia perniciosa que las “nannies”
procedentes de ambientes sociales y culturales diferentes pudieran tener
sobre el desarrollo de los niños pequeños que aprenden por observación e
imitación. Asegura dicho Doctor “que los niños al cuidado de niñeras
inmigrantes imitarán las características y crecerán con conductas actitudes y
habilidades sociales parecidas a las de
sus cuidadoras”.
No soy el
único escandalizado por tan descarada xenofobia. El propio Bangkok Post en su página de Opinión tachaba unos días
después tales declaraciones de
trasnochadas, fruto de
prejuicios étnicos injustificados y
ancestrales y muy poco en consonancia
con los tiempos modernos y de las necesidades auténticas del país que
debería preocuparse por ayudar a las madres
trabajadoras, que representan mas del 50% de la población activa del país, en
lugar de aferrare a políticas restrictivas de ocupación diseñadas hace más de 30
años con vistas a mantener ciertas actividades en manos de ciudadanos
nacionales y que contradicen las demandas actuales del mercado laboral. La
falta de guarderías es lo que obliga a
muchas madres a recurrir a trabajadoras inmigrantes cuando no a enviar a sus
hijos lejos de casa con los abuelos u
otros parientes.
Si la
preocupación de los pediatras es el buen desarrollo infantil - y no el
nacionalismo -,deberían promover y apoyar la creación de guarderías sin dejar
de lado la atención y educación de los hijos de los inmigrantes. Dejarlos fuera
del sistema es una bomba social de relojería, y eso es lo que debería preocupar
de verdad a la sociedad.
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