Algunas veces con pequeños
sobresaltos como esta mañana cuando al
llegar a clase hemos visto que parte del techo se había derrumbado sobre las
mesas vacías. Afortunadamente
el derrumbe tuvo lugar el fin de semana y por consiguiente sin alumnos cerca. Seguramente tenemos mejores protectores que operarios.
Vivir en provincia también tiene ese inconveniente. Los buenos técnicos, fontaneros, albañiles, escayolistas,
electricistas se van a la capital en busca de mejores salarios. Aquí nos vamos arreglando con operarios a
veces mediocres y aceptando sus inevitables chapuzas.
Las
lluvias se retrasan. Los monzones
deberían estar descargando sus benéficas aguas sobre estas frondosas
montañas y rellenando nuestros pozos y nuestras cisternas. La sequía ha llegado a un punto en que tenemos
que comprar cisternas de agua para uso
corriente: lavado, aseo, y obras en curso, en particular un comedor multiuso
que quisiéramos tener lo suficientemente
adelantado para que los voluntarios que nos acompañarán este verano puedan ayudar a rematar.
Nunca había visto ni oído el nombre de esta exótica flor : Ave del
paraíso. Me ha parecido una auténtica
maravilla tanto por su forma como capullo, como por su desarrollo posterior, su
colorido y por la armonía de sus formas la flor en pleno desarrollo
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