27 de mayo de 2014

La vida sigue


Algunas veces con pequeños sobresaltos como esta mañana  cuando al llegar a clase hemos visto que parte del techo se había derrumbado sobre las mesas vacías.  Afortunadamente el derrumbe tuvo lugar el fin de semana y por consiguiente sin alumnos cerca.  Seguramente tenemos mejores protectores que  operarios.  Vivir en provincia también tiene ese inconveniente. Los buenos  técnicos, fontaneros, albañiles, escayolistas, electricistas se van a la capital en busca de mejores salarios.  Aquí nos vamos arreglando con operarios a veces mediocres y aceptando sus   inevitables chapuzas.

                Las lluvias se retrasan. Los monzones  deberían estar descargando sus benéficas aguas sobre estas frondosas montañas y rellenando nuestros pozos y nuestras cisternas.  La sequía ha llegado a un punto en que tenemos que comprar cisternas de agua para  uso corriente: lavado, aseo, y obras en curso, en particular un comedor multiuso que quisiéramos tener  lo suficientemente adelantado para que los voluntarios que nos acompañarán este verano  puedan ayudar a rematar.


Nunca había visto  ni oído el nombre de esta exótica flor : Ave del paraíso.  Me ha parecido una auténtica maravilla tanto por su forma como capullo, como por su desarrollo posterior, su colorido y por la armonía de sus formas  la flor  en pleno desarrollo  





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