1 de junio de 2008

Dímelo hilando


En las montañas de León, en las largas tardes de invierno, se reúnen las mujeres del pueblo a contar historias mientras hilan la lana. Cuando una de ellas se embelesa en su historia y se olvida dell trabajo las otras la reconvienen diciendo: "Dímelo hilando".

Cuantas veces nos embelesamos nosotros también con nuestra historia y nos olvidamos de "hilar". El refranero español, que tiene receta para todo, nos lo recuerda: "Obras son amores y no buenas razones".

Últimamente, cada vez que surge la polémica en nuestras asociaciones y movimientos ciudadanos, suelo recordar que si queremos cavar un pozo los importante es que tomemos en mano el pico y empecemos a dar los primeros golpes. Surgirán problemas, nos preguntaremos si es preferible que sea redondo o cuadrado, más ancho o más estrecho, pero empuñar picos y palas ya nos estará uniendo, y las decisiones sobre el modo y la manera se irán resolviendo por sí solas.

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