“Maldecía por no tener zapatos hasta que conocí a un hombre que no tenía pies”. Dice un proverbio persa. Me he quedado pensando en este proverbio y me doy cuenta de que la mejor manera de relativizar nuestros problemas es tomar perspectiva y proyectarlos contra los problemas con mayúscula que asolan nuestra sociedad. No quiero decir con esto que debo ignorar mis problemas porque hay problemas mayores en el mundo. Se trata simplemente de no perder perspectiva y hacer una montaña de lo que es una “topera" Otra forma de ver los problemas es proyectarlos en el tiempo. Qué importancia tendrá este problema de hoy, en mi vida del próximo año?
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1 comentario:
cuánta verdad! Muchas veces veo en el tiempo que me he preocupado por cosas insignificantes cuando creía q eran porblemas y luego me doy cuenta q eran pequeñeces. Pero es propio dle hombre sufrir como si fuese la primera y la última vez. Beso!
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