14 de enero de 2012

Modernismo, "Art Nouveau", Secesión

Nada más erróneo que querer circunscribir este movimiento a una disciplina, una escuela o una región concreta. En efecto, la indeterminación es una de sus características, se ha llamado de diversas formas (art nouveau, modernismo, art déco cuando se refiere específicamente a objetos, secesión, etc.) y se inscribe dentro de la corriente de rebelión, reforma y libertad que sacudió a Europa a finales del siglo XIX y originó una fuerte reacción en contra de los estilos artísticos dominantes, particularmente aquellos practicados en las Escuelas, sancionados en los Salones o consagrados por la Arquitectura Oficial del momento.

No hay por otra parte manifiesto alguno o programa suscritos por los adherentes a este movimiento que abarca manifestaciones y disciplinas diferentes o incluso prioridades divergentes según las personas o países en los que se originan. Lo que todas estas diversas corrientes tienen en común, es la necesidad de probar algo nuevo, algo que rompa con el estilo tradicional en un ambiente de exacerbada libertad  y en la que el arte sea lo que verdaderamente importe.
Un primer rasgo  de esta corriente consiste en la decisión de abolir cualquier distinción entre Arte con mayúsculas y artes menores. Para estos artistas lo esencial es que el nuevo arte afecte a la vida de la gente,  no sólo a unos costosos cuadros colgados en las paredes de los ricos, sino también a los objetos de la vida cotidiana: casa, mobiliario, vasos, tazas, anuncios: todo, desde el pomo de una puerta hasta la farola de la calle o la barandilla de una escalera. El empeño en combinar belleza y utilidad se encuentra siempre en el centro del mensaje social de este nuevo estilo.

Uno de sus principios formales de inspiración reside en la naturaleza como fuente inagotable de ideas de diseño; especialmente en su flora y fauna y en el desarrollo de sus líneas fluctuantes y asimétricas. Para algunos de sus representantes el énfasis en la ornamentación lineal tiene un contenido simbólico que perciben como una metáfora visual cargada de energía espiritual y de significado. Estos partidarios del Art Nouveau, imbuidos de la importancia política y social del arte, ponen un enorme énfasis en las posibilidades de renovación espiritual y de ahí que, para muchos de ellos, deje de ser un estilo y se convierta en un modo de vida.

Por otra parte el énfasis en los diseños dinámicos de líneas y formas naturales conducen unas veces hacia un arte de naturaleza abstracta y simbólica, otras hacia un arte muy floral y orgánico (especialmente en Francia), a un arte lineal y bidimensional o incluso en ocasiones a un arte geométrico y constructivo. Así pues bajo una misma etiqueta encontramos una enorme variedad de diferentes manifestaciones de este movimiento. A modo de ejemplo, en mobiliario o cristalería, el “Art Nouveau” puede abarcar desde diseños muy elaborados y deliberadamente florales hasta formas geométricas mucho más austeras sin referencia alguna a las sinuosidades de la naturaleza; y en arquitectura el “Art Nouveau” incluye cualquier cosa desde los diseños dinámicos y sorprendentes de Antonio Gaudi hasta los más austeros edificios de estilo secesionista de Jan Kotera en Praga.

El énfasis en el enérgico y dinámico modulado de las líneas fue promovido igualmente por el resurgimiento del interés por el arte celta y la pasión que se extendió en toda Europa por el arte japonés particularmente en sus elementos decorativos, su exotismo y su concepto del espacio.

Las diversas tendencias existentes en el “Art Nouveau” quedan igualmente reflejadas en la manera de pintar a la mujer. La imagen común, utilizada particularmente por Mucha, es la de una mujer como foco central de un intricado diseño lineal que convierte su rostro o figura femenina en parte del diseño del que deriva su fuerza e intensidad. Se percibe en ellas un sentido de autoconfianza, de apasionamiento y de poder. La energía latente en el diseño sirve para cargarlas de una inquietante  independencia.

1 comentario:

Prometeo dijo...

Tienes razon, un estilo que no se entenderia sin la mujer moderna y practica, efectiva y bella, intelectual e iamginativa....un abrazo.