19 de abril de 2011

Dicho en silencio y escuchando



 Nada dicen jamás las elocuencias,
cuando se habla de amor,
cuando el amor exige ser hablado.

Sólo el silencio alcanza la elocuencia
que al amor corresponde,
el timbre justo
con que correspondemos al amor.

Todo cuanto se dice acaba en eco,
por eso dice más lo que se calla.
Lo que callamos juntos nos define,
como el amor da voz a lo que somos.

Te quiero – escucha bien –
en lo que digo,
y sobre todo vivo en lo que callo,
porque dice mejor lo que más quiero.

Silente sé que escuchas lo que escucho.
Tácito, sé que tú me sabes, tácita.

Te querrá mi mudez como ella explica.
Tú entiendes más allá:
me sobreentiendes.

Quiero ser imprudente en mi cautela.
Mi palabra por fin se despalabra
de todo su rumor,
para servirte.
Mi palabra de honor te está rendida.

Esta boca fue mía y hoy es tuya,
como tuyo es también mi estar ausente.
Como también son tuyas mis mudanzas.

Tuyos, de nadie más, son los siglos,
para tanto silencio enamorado.

                              Carlos Marzal
                              Anima Mia  2009

1 comentario:

Prometeo dijo...

Hermoso poema lleno de musicalidad y sentimiento...Un abrazo.