Me estaba resistiendo..., pero luego, he pensado que ésto también forma parte de mi vida, de mi deambular por el mundo. "A la vejez viruelas", se dirá, pero ¿por qué poner límite de edad al ansia de aprender? Ni corto ni perezoso me he apuntado a clases de pintura y mezclado con chiquillos de la ESO, y con amas de casa que se relajan antes de recoger a sus chiquillos del colegio, me enfundo una bata blanca y bajo la paciente orientación de mi profesor, aprendo a mezclar colores, a crear profundidad y a mantener las perspectivas.
Este es el primer trabajo, espero que dentro de un tiempo, cuando lo compare con los que haga en eso momento, yo también sonría.
2 comentarios:
Pues un gran comienzo, te envidio lo tengo, la pintura, muy abandonad y me da mucha pereza empezar de nuevo; un fuerte abarzo y a perseverar, los resultado son buenos y seran mucho mejores.
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