20 de febrero de 2010

Empatía


En este, ya de por sí disparatado blog, voy a iniciar un nuevo apartado dedicado a escudriñar algunas palabras que por su significado, sus implicaciones o las ideas que me sugieren merece la pena dedicarles un minuto de reflexión. No se trata de definir las palabras, que para eso está la Academia, ni de adjetivar o poetizar su sentido, que ya lo hacemos cuando adecuada o inadecuadamente las utilizamos, sino de escudriñarlas con sentido reflexivo para encontrar sus mejores y más ocultos matices.

La primera palabra que me ha venido a la mente es empatía, empatizar.

El diccionario de la Real Academia la define como:

1. f. Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro"

Automáticamente me revuelvo y me pregunto: ¿Es esto posible? ¿Puedo siendo yo mismo, con mi bagage de experiencias positivas y negativas, con mis vivencias y forma de pensar, identificarme mental y afectivamente con otro sujeto y más aún con su estado de ánimo? ¿No tendría para ello que haber tenido experiencias similares, formación y modos de pensar casi idénticos?

Sin embargo, la empatía está de moda. David Goleman, en su “Inteligencia emocional” la ha encumbrado a la cima de la popularidad. Utilizamos la palabra a troche y moche y no siempre acertamos con su significado profundo.

No me puedo “poner en los zapatos” del otro. Nunca son de mi talla. Quizá puedo, ante la reacción inesperada de alguien, no identificarme con sus sentimientos, pero sí buscar en mis recuerdos reacciones similares mías aunque las circunstancias fueran diferentes, y desde ese recuerdo comprender las reacciones del otro.

5 comentarios:

Malena dijo...

Mi querido Fede: Es mucho más sencillo que todo eso. Es aunque no hayas pasado por las mismas circunstancias, estar al lado de una persona a la que aprecias, justo por eso: porque la aprecias.No hay que darle más vueltas.La amistad es un tesoro que hay que cultivar porque los buenos amigos siempre te acompañan.

Mil besos y mil rosas.

noesmivida@hotmail.com dijo...

Creo que encontraste esos 'oscuros matices' en esta primera palabra. Hay un uso 'perverso' en el concepto de empatía y en la propia definición de la RAE a la que, creo, le faltaría empezarla por 'Temporal pseudo-identificación mental y afectiva...'. La palabra se usa mucho en el mundo empresarial: tener empatía con los compañeros de otros departamentos, si sigues la definición, viene a ser 'ser capaces de intercambiarnos identidades', por ejemplo .. si 'escudriñas', como dices, al final el objetivo es crear la ilusión de uniformidad: si todos somos iguales (en el sentido manipulador, es decir: clónicos), podremos empatizar fácilmente unos con otros y, de paso, seremos más fáciles de dominar.

Willow dijo...

Estoy de acuerdo en que no nos podemos poner en los zapatos de otras personas, pero cuando alguien cercano a quien quieres o estimas tiene un conflicto o siente una alegría, te hace sentir parte de esos sentimientos y los compartes. Todo depende de tu propia sensibilidad hacia los demás.
Me gusta este nuevo apartado. Un abrazo.

Prometeo dijo...

Es mas facil si la contemplas en un estrado temporal, empatizas en un momento dado, en una situacion dada...es un relacion peculiar que normalmente es transitoria...un fuerte abarzo.

José Núñez de Cela dijo...

Hay mucho exceso en el lenguaje pseudo-psicológico y se abusa de él.

llamarlo como queramos, el sentimiento de intentar ponerse en el lugar del otro es un esfuerzo que debemos acometer si, realmente deseamos ayudar o comprender al otro... otra cosa sería la reciprocidad...

saludos