30 de julio de 2009

Miguel Angel Velasco : Manos

Manos

I
Sobre mi pecho tu mano se apacigua.
tan tímida que apenas se diría
que la han modelado los adioses,
que dócil se somete a esa música
precisa de la sangre,
y que acepta su sombra
como la mitad de sí misma.
¿Quién diría, al contemplarla agazapa,
apenas palpitante,
embriagada por el murmullo
de una espuma nocturna,
que anhela dispararse más allá
del arrullo y la caricia.

II
Tras el amor mi mano se demora
sobre tu corazón, como un oído,
desmemoriada de las formas,
como si nunca hubiese
albergado una vaso
o apretado una llave,
deseosa tan sólo de asomarse
a ese vivo pozo,
y como araña pálida
beberle todo el sueño y,
lejos de sus telares, sucumbir.
Mansa mano dichosa
de encallar en tus dunas,
varada mano
amorosa, que sólo
busca arder en tu cuerpo y reposar
en él como una rosa calcinada.


Miguel Angel Velasco

El Sermón del Fresno (1995)

Vía Revolucionaria

VIA REVOLUCIONARIA
USA 2008
Diririgida por Sam Mendes
Suración: 119 minutos
Duración

No me gustaría repetirme al hacer la reseña de la película “Via Revolucionaria” pero aunque he hecho recientemente la reseña del libro, me siento tentado de entrar una vez más en ese entresijo de sueños rotos, ideales frustrados, falsas apariencias yaspiraciones inalcanzables, tan genialmente plasmadas en imágenes por Sam Mendes y tan acertadamente interpretadas por Kate Winslett y Leonardo DiCaprio.

Con Oscars o sin ellos, Kate Winslett, es hoy por hoy una de las mejores actrices del panorama cinematográfico y Leonardo Di Caprio, empieza a ser creíble como actor más allá de la petulante juventud y envidiable aspecto físico que exhibió en ”Titanic”. Kate Winslett me había seducido en sus anteriores películas y muy recientemente la había visto brillante en “El lector” en un difícil papel pues debía mostrar alternativamente facetas de frialdad, ausencia de principios y por otra parte ingenuo afán por aprender, ternura y exacerbado erotismo. En esta película la vemos como una April seducida, defraudada, clamando por salir de la insoportable rutina a la que su vida se ve abocada. Su dureza, su mirada desolada, su melancolía, sus ansias de ser libre y su fatídica decisión, se leen en su rostro antes oírse de sus labios. En cualquier caso lo más destacable de ambos protagonistas es el haber transformado unos personajes de película en “personas absolutamente creíbles”

Hay en la película un personaje secundario que no obstante, en dos memorables escenas es capaz de transmitir todo el dramatismo de la situación. Se trata del John Givings, perfectamente interpretado por Michael Shannon. Él es responsable de desencadenar toda la tragedia al exponer las cosas como son. A pesar de ser considerado como una persona inestable y fuera de la realidad, aparece en sus dos breves apariciones como el único personaje lúcido de la película. Libre de prejuicios sólo él es capaz de enjuiciar el comportamiento de April y de Frank sin que su veredicto pase por el filtro de la racionalidad o de las conveniencias sociales.

Existe un cierto paralelismo entre “Vía Revolucionaria” y la opera prima de Sam Mendes “American Beauty”. Sin embargo ni las épocas se corresponden ni se analiza de la misma manera el desmoronamiento del “american way of life” (el estilo de vida americano). Mientras que en “American Beauty” la familia sucumbe bajo el peso de las convenciones sociales el afán de equiparación, el estar a la altura del vecindario, en el caso de “Vía Revolucionaria” el problema surge de motivaciones personales, sueños frustrados, desengaño al abrir los ojos y darse cuenta de que quienes se sentían especiales no se diferencian en realidad de sus vecinos y su vida está abocada al mismo monótono y prosaico futuro.

Se le acusa a Sam Mendes de abusar de los planos cortos en esta película. Yo creo que siendo una película construida casi exclusivamente en torno a sus dos protagonistas era importante aprovechar sus extraordinarias dotes para poner de relieve a través de su interpretación el dramatismo y la fatalidad de los acontecimientos que se avecinan y transmitir al espectador el sentimiento de melancolía con el que al final acaba abandonando la sala.
Probablemente una de las cinco mejores películas que habré tenido la oportunidad de ver este año.

11 de julio de 2009

Vicente Aleixandre: En la Plaza


Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo,
sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,
llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.

No es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.
Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha
de fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita
extendido.

Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.
Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con
temeroso denuedo,
con silenciosa humildad, allí él también transcurría.

Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.

Y era el serpear que se movía
como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.

Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,

no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.


Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,
introduce primero sus pies en la espuma,
y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.
Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.
Y allí fuerte se reconoce, y se crece y se lanza,
y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.

Así, entra con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.
Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él también el unánime corazón que le alcanza!
Vicente Aleixandre (En la Plaza)

10 de julio de 2009

Premio

Durrell ha distinguido mi blog con un pequeño premio. Lo agradezco sinceramente porque no deja de ser una manera de animarme a seguir escribiendo... y no siempre es fácil. A veces siento la tentación de encadenarme a la silla frente al ordenador y tirar la llave del candado por la ventana.
Gracias por los ánimos que me das, amiga, tu método quizá sea menos drástico pero espero que me ayude a ser más perseverante en el futuro.
Me gustaría compartir el premio con Elena: "Perdida entre libros"
y con José Nuñez: "Ideas idas y venidas" (Sus blogs les encontraréis en mi lista de blogs visitados)

3 de julio de 2009

LOS CONFINES
Novela
Andrés Trapiello
Ediciones Destino 2009
Ácora y Delfín 1153
270 páginas

Querida Marisol,
Me has pedido que te recomiende un libro para el verano y no tengo una papeleta fácil porque me pones como “únicas” premisas que sea estimulante, te refieres sin duda a tu faceta intelectual, que sea entretenido, me imagino una historia que tenga mucha acción, que se desarrolle en lugares exóticos, y conlleve algo de intriga y además y sobre todo sea muy romántico…

Creo que te voy a recomendar la recién publicada novela de de Andrés Trapiello: “Los Confines” porque vas a encontrar algo de las tres cosas y presiento que además te va a gustar. Como me he prometido que no te voy a decir de qué va la historia, voy a intentar excitar tu curiosidad yéndome por las ramas.

Desde luego se trata de una historia romántica hasta el extremo. Yo diría que trata del amor llevado al grado absoluto, sin trabas, sin consideraciones morales ni sociales, sin códigos establecidos. Es el amor puro tal como lo pueden sentir un hombre y una mujer que acaban de descubrirse en circunstancias excepcionales aunque ya se conocían desde hacía muchos años. Y se enamoran el uno del otro sin medir tampoco las consecuencias que su decisión va a tener en sus familias, sus amistades, en su trabajo, o en su vida.

Por otra parte de trata de una novela exótica. Figúrate, él, ingeniero de caminos construyendo puentes en un país sudamericano, probablemente Colombia, bajo la presión de la guerrilla, de los narcotraficantes, ella, médico pediatra, constatando día a día los estragos de la pobreza, de la prostitución infantil, del chabolismo, pero ambos rodeados de toda la belleza y la sensualidad, que puede proporcionar el dinero y sobre todo una naturaleza exuberante cuyo clima vegetación, colores y olores, embriagan los sentidos.

No falta la acción ni intriga ya que los personajes se mueven entre el escenario urbano madrileño y los trepidantes y lujuriosos paisajes de la jungla colombiana: hay chantajes, hay secuestros, hay persecuciones, y hay una serie de personajes secundarios muy bien definidos.

Por último y no menos importante para ti, se trata de una novela diferente, que obliga a pensar, a tomar posiciones y a interrogarse sobre temas poco vistos en la literatura actual. Si a todo ello añades la prosa ágil y clara, las frases cortas, los cambios de escenarios y el depurado uso del lenguaje de Andrés Trapiello, comprenderás los motivos de esta elección y mi esperanza de no verte defraudada.

1 de julio de 2009

¡Pido disculpas!


Incomprensible, pero cierto, la configuración de mi blog cambió sin que yo me enterara y ha estado exigiendo la moderación de los comentarios transcurridos cinco días desde su publicación. Y yo sin enterarme. Eso explica que algunos de vuestros comentarios no hayan aparecido en mi blog hasta hoy.

Pido perdón a todos los que he "mal-tratado". Mi única excusa es no haberme enterado del fallo.

¿Ilusión o Entusiasmo?

Siempre había enarbolado la bandera de la ilusión. Me ilusionaba el trabajo realizado, tenía ilusión por las personas, me había hecho muchas ilusiones… y de pronto, él me dijo: “Deberías cambiar tanta ilusión por un poco de entusiasmo”.

Perplejo, acudí al diccionario: El María Moliner define la ilusión como “imagen formada en la mente de una cosa inexistente tomada como real” y como “esperanza o creencia vana con que alguien se siente contento” . Sólo en tercer lugar pude atisbar un resquicio positivo al definir la ilusión como “Alegría o felicidad que se experimenta con la posesión, contemplación o esperanza de algo”

Así pues, del mismo modo que sufrimos de ilusiones ópticas y vemos dibujos en movimiento o nos encontramos ante ilusiones acústicas y percibimos sones engañosos, nuestra mente también nos puede hacer jugarretas emocionales elevando a la categoría de real lo que sólo es una construcción mental, una entelequia urdida en nuestra mente, un sueño que deseamos ver convertido en realidad. Sobre esa base, tan engañosa como falsa es imposible construir nada sólido, crear futuro. Ahora entiendo por fin aquella frase del poeta: “No te ilusiones por mí, entusiásmate conmigo”.

En efecto, el entusiasmo es algo mucho más concreto. El diccionario de María Moliner lo define como “el estado afectivo de excitación estimulante provocado por la fe en algo o la adhesión a alguien, que se manifiesta en la viveza o animación con que se habla de la cosa que lo provoca o en el afán con que se entrega uno a ella”.

Cuando indagamos en el origen etimológico de estas dos palabras vemos aún más clara la diferencia: mientras que ilusión viene del latín illusio – onis o engaño derivado de illudere, engañar, y a su vez de ludere, jugar; la palabra entusiasmo procede del griego Énthus, "inspirado por los dioses", o Enthusia "Inspiración divina", que a su vez ha dado lugar a "Entusiasmós" o arrobamiento, éxtasis, inspirado por la divinidad.

No se trata de diseccionar las palabras pero creo que tenemos que ubicar cada concepto en su debido contexto para no andar confundidos y poner mucho entusiasmo en ilusionarnos. Creo que la ilusión es necesaria, puede ser esa chispita que se enciende sin que pase por el razonamiento y que desata toda nuestra fantasía … después habrá que empecinarse en que la realidad se preñe de entusiasmo.