22 de noviembre de 2008

Pedro Zarraluki: Todo eso que tanto nos gusta

TODO ESO QUE TANTO NOS GUSTA
Novela
Pedro Zarraluki
Ediciones Destino 2008
Áncora y Delfín 1130
303 páginas


Según confiesa el propio autor en una entrevista, esta novela nace del deseo de escribir sobre la relación de un padre y su hijo tras la lectura de Philip Roth “Patrimonio”. No obstante, a medida que avanzaba en la lectura, me he dado cuenta que ése es sólo un elemento de la novela y que como en el libro de Anna Gavalda “El Consuelo”, recientemente reseñado, aquí hay también una huida de la gran ciudad y una búsqueda de ese palacio especial de Potala no necesariamente situado en el Tíbet, donde poder encontrarnos a nosotros mismos, hacer balance de nuestra vida y aprender a vivir con lo imprescindible: nosotros mismos y unos buenos amigos.

Ese es el viaje el que emprende Tomás, un arquitecto divorciado y arruinado que deja tras de si el escueto mensaje: “Me voy en busca de un palacio en Potala” y acaba escorado en un pueblo del Ampurdán gerundense muy parecido al pueblo en el que el propio Pedro Zarraluki escribió el libro. Su hijo, Ricardo, que ha sido abandonado recientemente por su mujer Clara, parte en busca de su padre para hacerle volver a Barcelona pero, seducido por el pueblo y por los cambios que observa en la vida y las costumbres de su padre, inicia su propia búsqueda interior y acaba tomando una habitación de lo más rústico en la única pensión del pueblo que sirve también, ocasionalmente, a los desahogos amorosos con las prostitutas que bordean la carretera que lleva hacia la playa en la bahía de Roses.

Pero no se trata de una novela melancólica ni introspectiva. Está escrita en clave de humor y los personajes secundarios están tan acertadamente caracterizados, que acabamos decidiendo que nuestro personaje clave es el propio pueblo. Incluso Cristina la ex-mujer de Tomás, ha reconocido siempre la extraña habilidad de su marido para crear lugares mágicos, lugares donde sentirse a gusto. Pues bien, este pueblecito, y la compañía de personajes como el médico Ramiro, la joven María, conductora del único taxi del pueblo llena de vida y de dudas sobre su próximo matrimonio pero “responde como se debe”, cuando llega el momento, Bárbara, la aristócrata italiana patrocinadora de nuevos artistas y muchos otros personajes constituyen en su conjunto una especie de crisol donde se van disolviendo todas las superficialidades con las que nos envolvemos, las necesidades creadas detrás de las que nos escondemos y los falsos discursos con los que explicamos y nos justificamos. Despojados de abalorios, descubrimos el poder de la amistad, la buena vecindad, del compartir el vino y el pan. En un momento de la narración uno de los personajes nos advierte:

“…el paraíso no existe. Si acaso es una intermitencia, una ráfaga de viento que nos sacude a veces, una posibilidad inalcanzable… Lo demás es tesón y coraje, un poco de engaño y mucha resignación, aprender a disfrutar a ratos mientras se resiste, mientras se empieza a oler a cosas viejas, a salitre, a butacones de cuero y grasa recalentada, aprender a empaparse bien con agua de lavanda para disimular ese olor y acostumbrarse a convivir con los recuerdos, con todo lo que no se hizo o se hizo mal, con todo lo que se es incapaz de entender o de aceptar. Disfrutar, pese a todo, del instante. Eso es lo más parecido que tenemos al paraíso.”

El libro va creciendo en intensidad, la acción se complica y acabamos tan agradablemente inmersos en la vida de los personajes y del pueblo que pareciera como si estuviéramos ya redescubriendo nuestro propio refugio, ese lugar interior en el que aceptamos aunque sea a ráfagas, ser nosotros mismos, despojarnos de nuestro personaje y sopesar lo que de verdad cuenta en la vida.

Pedro Zarraluki, ganador del Premio Herralde con “La historia del silencio” y el Nadal en 2005 con “Un encargo difícil” nos deleita ahora con una historia muy bien narrada y nos lleva a saborear la vida de una comunidad apartada, ajena a la ciudad y al tiempo.

6 comentarios:

Malena dijo...

Como sigas haciendo reseñas de libros buenos, mi lista para Reyes va a ser increible.

Gracias, Federico.

Un beso.

Cálida Brisa dijo...

Fede
Voy a decir cono Malena jajaja
Este año voy a hacer yo como mis hijos me hacian a mi cuando mas jovenes, una lista de cosas que me gustan para que de ella me compren mis regalos.
¡¡Se invierten los papeles!!
La vida cuantos cambios da por Dios bendito.
Este libro tiene una pinta fenomenal. Me voy a tener que salir de casa, como siga comprando)
Un abrazo amigo

Consuelo Labrado dijo...

Voy a tomar nota de este libro que ya sé a quién se lo voy a regalar jeje, gracias Fede, eres mi asesor preferido. Un beso

Willow dijo...

Querido amigo,
sabía que había leído tu reseña sobre "Brooklyn Follies" y me he permitido copiártela, aunque no sé si después de releerla, merece la pena leer el libro jajaja... Vas tan rápido que no nos da tiempo a cogerte! Creo que haré una lista de tus libros para dársela a nuestra moderadora. Como siempre, me encanta leerte. Un beso

Elena dijo...

Lo apunté hace poco en mi libreta de imprescindibles por una reseña muy buena que leí. Ahora has acabado de animarme. Parece un libro excelente.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.