Franz-Oliver Giesbert
Alfaguara 2014
344 páginas
La cocinera de Himmler de Franz-Olivier Giesbert, sin ser del todo una novela, ni un libro de historia, ni un libro de filosofía práctica, me ha parecido una mezcla de todo ello al mismo tiempo y evidentemente eso conlleva necesariamente algunos fallos e incongruencias que se aceptan con gusto cuando uno se da cuenta de dónde está el auténtico meollo del libro.
En efecto, a través de la anciana Rosa de 105 años, el autor, a grandes trazos, pero tan puntiagudos como agujas nos describe la mayoría de las grandes tragedias y aberraciones del siglo XX : el exterminio de los armenios, la expulsión de los Griegos de Turquía, la Primera Guerra Mundial, el nazismo, el antisemitismo francés, el exterminio de los judíos, el marxismo de Stalin o “El gran Salto Adelante” de la gran revolución cultural china. Utiliza justamente la precisión de los detalles o la caricatura que hace de algún personaje para dar mayor contundencia a su relato, como cuando precisa que Santa Hildegarda von Bingen, era experta en plantas curativas, que Santa Sofía de Constantinopla fue Basílica cristiana entre 537 y 1453 o que el Mariscal Pétain tenía voz de viejo estreñido .
Amante de los libros, y muy culta, siembra su relato de citas y de personajes históricos clave de los que opina sin cortarse: Simone de Beauvoir, Sarttre, Camus, Giraudoux, Gide, Barrès, Clemenceau, Keats, Kant, Spinoza, pero nos sigue manteniendo con los pies en la tierra al mencionar a cantantes de la época como Johnny Hallyday o Scott McKenzie
Rosa, ha vivido lo suficiente para conocer casi todas las
calamidades del siglo en directo,
algo que nos parece sorprendente pero sobre todo ha sacado de ello una gran
lección para ella y para los que leemos su historia. El amor a la vida, el apego a la naturaleza, las plantas y los
animales, el gusto de las pequeñas
cosas, el vivir el momento, gozar en
plenitud de todos los sentidos, disfrutar la sexualidad, deleitarse con la
buena mesa, en una palabra un Carpe diem
que resume de forma contundente en esta frase de Epicuro: “Apresurémonos a
sucumbir a la tentación antes de que se aleje”
1 comentario:
Que alegría Federico, poder leer otra de tus reseñas de libros. Las recuerdo de las que me deja as en nuestros tiempos de Campofrio
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