29 de diciembre de 2012

¿Un año para olvidar?

El año es ya sólo ese charquito de cera en el que una mecha vacilante consume las últimas gotas de parafina. Toca a su fin y según muchos, es un año para olvidar.  ¿Olvidar este año?  Encerrarlo en ese destartalado armario que llamamos olvido? ¡No!  ¡Me niego a ello!

Entiendo que las personas que han perdido a un ser querido, los que se quedaron sin trabajo, los que vieron cómo los ahorros de una vida se volatilizaron entre los dedos avariciosos de unos banqueros impunes y sin escrúpulos, los que perdieron o están a punto de perder la casa por no poder hacer frente a una hipoteca, los funcionarios a los que reiteradamente se les congela el salario, prefieran pasar página.

No se puede gastar lo que no se tiene repiten una y otra vez desde el Gobierno. Eso cualquier ama de casa lo sabe, pero cuando en un hogar las cosas vienen mal dadas, los sacrificios se reparten entre todos y siempre son los padres los primeros que se quedan sin postre.   ¿Por qué no se han quedado sin postre los líderes sindicales, los senadores, los diputados, los funcionarios de alto copete, y sobre todo los banqueros ?

¿Olvidar este año?  ¡NO! Hay que recordarlo al menos hasta las próximas elecciones. Recordar lo que dijeron los políticos y contrastarlo con lo que han hecho. Dejar de lado a los mentirosos y a los embaucadores. Buscar líderes nuevos que nos ofrezcan  la garantía de unas manos limpias aunque sólo sea porque son neófitos.  Recordar que el cambio es posible como lo fue en Islandia.

Como individuo, soy un grano de arena que las olas llevan y traen a su capricho. Unido a miles de otros granos, cimentados por un firme propósito podemos formar un bloque de hormigón,  un malecón contra las envestidas de la corrupción, el amiguismo, y los tejemanejes de muchos dirigentes.

¡Sí! Me acordaré del 2012  porque ha sido un año malo. Me acordaré del 2012 hasta las próximas elecciones.

2 comentarios:

Durrell dijo...

¡Muy bien dicho! Ojalá todo el mundo hiciese como tú y recuerden este año cuando vayan a votar...

Si en Islandia se ha hecho, nosotros deberíamos poder hacerlo. Tal vez en algún momento de alguna forma.

Feliz 2013 Fede, espero que todo te/os vaya muy bien.

Un abrazo

José Núñez de Cela dijo...

Tienes razón hay que recordarlo, por lo malo sí, pero también por lo bueno que haya tenido, aunque escondido, quizá.
Que podamos celebrar también lo bueno del que viene!

Un fuerte abrazo.