Es la Navidad
De los niños pobres.
Agujeros en las mangas,
Mugre entre los dedos,
Hambre de animal herido,
Festejan el nacimiento.
No hay globos
Ni regalos.
Una hoguera
De cuatro leños mojados
Calienta sin ganas
La navidad de los niños
Pobres.
No muy lejos,
Las risas y los juegos
Alumbran el pesebre.
Nadie pregunta
Cómo son los niños
Pobres.
No gusta
Que les muestren
Sus miserias.
Prefieren,
En la misa de
Medianoche,
Iluminar el sagrario
Con velas de colores.
Fernando Giucich (De su poemario: Clara) (
http://clarasofia.blogspot.com/)
Las viejas maderas crepitan junto a los cartones ardiendo. La noche es fría, y allá en el limpio cielo, las estrellas titilan, componiendo un mágico decorado.
Manos con guantes rotos, dejan ver unos pequeños dedos que se extienden acercándose a la fogata, buscando el calor.
En los bolsillos, un trozo de pan mordisqueado, con olor al queso, que hace tiempo desapareció.
Se oyen canciones que rompen el silencio de la noche, y la curiosidad infantil, le hace ir en pos del lugar donde suenan.
En aquella vieja calle hay una luz encendida que sale de un escaparate.
Junta su nariz al frío cristal, que se humedece con el vaho de su boquita, y contempla maravillado, todo lo que en sus sueños, cada noche imagina poseer.
Malena (
http://eltinterodechina.blogspot.com/)
Bajarás la calle con los pies helados
Llevando en tus manos el trozo de pan
Y en la plaza vieja del árbol de fuego
El cielo y los sueños
Te harán capitán
De un barco velero con alas de seda
Repleto de cuentos donde navegar
Siguiendo la estela de la luna blanca
Lograrás el puerto
Es
La Navidad.
El Viento en la Isla. (
http://vientoenlaisla.blogspot.com/)
Alguien mira sonriente al niño, sentado en el cuerno blanco de la luna.
Durante un buen rato, ha estado soplando suavemente, para que el aire llevase al pequeño, sus palabras disfrazadas en los copos de nieve que caen, en las notas musicales de las risas y en el pentagrama de las canciones que resuenan por la calle.
El chicuelo no sabe por qué, pero mientras encamina sus pasos a la plaza vieja, lleva grabada en su retina, la imagen de un barco velero que vio en el escaparate, casi oculto entre mil juguetes.
Sus ojos se abren con infinito asombro, al ver junto al árbol de fuego, un enorme barco, réplica perfecta del otro.
El hombre de la luna, sopla de nuevo, y la nave se eleva, una vez el niño a bordo, surcando aires y nubes, alto, alto, cada vez más alto.
La cola de un cometa estrellado, aparece repentinamente ante la proa, y por ella, desciende la nave hasta aterrizar frente a un humilde pesebre.
Sobre una sabanita, entre pajas, duerme un bebé al cuidado amoroso de sus padres, de un buey y una mula que con su aliento, intentan defender el cuerpecito infantil del frío intenso.
La temperatura es muy baja, no hay juguetes, ni globos, ni velas de colores, ni el bebé, ni sus padres, visten ropas bonitas y abrigadas, pero los labios del niñito dormido, se curvan en la más bella sonrisa que nadie haya visto, y la de sus padres, al contemplarlo, no lo es menos.
El barco comienza a balancearse, y el pequeño se apresura a subir. De regreso, en la plaza del árbol de fuego, corre apresurado hacia el escaparate. Su vista escudriña cada uno de los mil juguetes que se muestran ante él, pero… por ningún lado ve lo que busca: una sonrisa.
No hay ninguna en la tienda. De repente, repara en el reflejo de su propio rostro en el cristal, y es entonces, cuando advierte que sus labios dibujan una sonrisa, y que era tan bonita como la de aquel bebé.
Por alguna razón, cuando el pequeño se alejaba del escaparate, el frío era menos intenso en la noche.
Calle Quimera (
http://callequimera.blogspot.com/)
Por las frías avenidas van caminando, pero no les preguntes, ni de dónde vienen, ni a donde van.
Caminan por sobrevivir. Mientras caminan, saben que están vivos. Sus pasos les llevan, y un instinto casi animal, les hace buscar cobijo.
Una chabola destartalada les llama la atención. Dentro hay luz y cuando llegan a la puerta del chamizo, se les ensancha la sonrisa.
La luz proviene de una hoguera encendida, y en torno a ella, niños y adultos extienden las manos. No es necesario insistir, dónde caben cinco caben siete y todos se apretujan un poco más, que de cuerpo con cuerpo nace el calor.
Las trémulas llamas ponen en sus mejillas color, mientras sus ojos brillan con un oscuro calor.
Atraviesan con su mirada las llamas y descubren el silencio que impera allá: Una mujer muy joven y tímida, mece en sus brazos a un rorro mientras los demás, le acunan con su silencio a su alrededor.
Lo envuelve en una raída toquilla, y cerca del fuego, lo deposita en un amplio cesto de mimbre.
Es Navidad.
Federico (Quizá soñar) (
http://quizasoñar.blogspot.com/)
Sigue la noche, el frío arreció y las estrellas juegan con el crepitar de las maderas, pero alrededor de la hoguera, no hay nadie ya.
El barco no vuela atravesando el cielo, los niños de la calle continúan en aquella chabola dando su calor al bebé que nació y que duerme tranquilamente en los brazos de su madre que lo mira con amor.
Calor junto a calor. El padre saca de su vieja mochila, embutidos y pan, que comparten con ilusión.
Las barrigas agradecidas, hacen que los ojos se vayan lentamente cerrando. Cuerpos contra cuerpos dan siempre calor.
En sus mentes hay barcos que cruzan el espacio. Jóvenes capitanes que los tripulan por un camino cuajado de estrellas.
Sonrisas inocentes en sus labios y corazones llenos de emoción.
No hay luces en sus árboles, ni bolas de colores, ni espumillón.
Sólo una vida por delante y un futuro en el que creen que serán capitanes de veleros, y lo conseguirán, y nosotros lucharemos para que algún día puedan decir a sus hijos con un barco de juguete en las manos:
- “Uno de éstos, en una fría noche de diciembre, tripulé yo”.
- “Hijo mío: ¡Feliz Navidad!”
Malena (El Tintero de China) (
http://eltinterodechina.blogspot.com/)
Fernando Giucich, Elsa(El Viento en la Isla), Avalon y Etinarcadia(Calle Quimera), Federico(Quizá Soñar) y yo, Malena(El Tintero de China), con nuestras manos unidas, a pesar de las distancias, os abrazamos con calidez y os deseamos una Feliz Navidad, con todo nuestro corazón.