Como cualquier español, anoche sufrí, me emocioné, y exulté de alegría cuando España se proclamó Campeona del Mundial de Fútbol 2010 en Johanesburgo.
Admiré la humildad y la sensatez de Del Bosque, el gesto de Iniesta y su recuerdo del amigo ausente, el espontáneo y nervioso beso de Casillas, los abrazos de los jugadores, tantos abrazos que al final han quedado en mis ojos como el testimonio de una amistad y un compañerismo que durante todo el campeonato ha planeado por encima de sus respectivos equipos, sus Autonomías, sus "nacionalidades" y la "memoria histórica".
¡Que fantástica lección para nuestros políticos y qué pena que, pasado el ruido de estos días, no sepan aplicarla en su labor!
Si los políticos aunaran esfuerzos, hicieran piña y lucharan por sacar a nuestro país de la crisis, como han hecho estos jóvenes, todos a una, para dar este triunfo del Mundial a España, seguramente estaríamos mirando el provenir con más optimismo.
2 comentarios:
Me temo que los politicos lo único que pretenderán será instrumentalizar la victoria, si no apropiársela.
De momento disfrutemos de todo eso que has reflejado.
Un saludo
Buena analogia pero recuerda que la responsabilidad de todo es del que gobierna, el resto estamos de mirindas, es decir de sufridores...un mundial para el recuerdo con tantoas criticas y zancadilla al comienzo pero cuando se habla en el campo y no en otros sitios pues, al final, todo se pone en su sitio. un abrazo.
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